City: petardazo millonario
El equipo de Guardiola perdió el Mundial de Clubes, igual que la Champions, la Premier y la FA Cup. Los 150 millones en Aït-Nouri, Reijnders y Cherki, insuficientes.
Sucede esto después de que el equipo hubiera emitido mejores señales, sobre todo ante la Juventus, y tras otra inversión mastodóntica en el mercado de fichajes exprés que abrió la FIFA con motivo del torneo. El City volvió a tirar la casa por la ventana con tres refuerzos en los que se dejó casi 150 millones de euros: Reijnders (70), Cherki (40) y Aït-Nouri (40). El derroche económico volvió a ser insuficiente, igual que lo fue en invierno cuando gastó otros 220 en contratar a Marmoush (75), Nico González (60), Khusanov (40) y Vitor Reis (37).
Pero nada de eso ha servido. Tampoco la vuelta paulatina de Rodrigo al equipo. El español fue el mejor ante la Juventus y tuvo minutos también ante Al Hilal, contra el que comenzó en el banquillo, luego entró y finalmente volvió a ser sustituido.
La falta de ritmo y el miedo a forzar demasiado la máquina con él después de una lesión tan larga limitaron mucho las opciones de que fuera clave. El Mundial llegó demasiado pronto en su misión de volver a ser el mismo de siempre.
“Vi muchas cosas buenas que no había visto antes, sobre todo sabiendo dónde estábamos antes, en la relación entre los jugadores y el cuerpo técnico. Sentí que estábamos contentos aquí y las sesiones de entrenamiento fueron muy buenas, pero el nivel de un Mundial es altísimo. En estas alturas todos los partidos son difíciles. Les permitimos crear transiciones, pero nosotros creamos muchas ocasiones y, en general, estuvimos bien. Es una pena”, dijo Guardiola después del choque. El técnico estaba dolido por la eliminación y la oportunidad perdida.
El City cerró así una de las peores temporadas que se le recuerdan. La arrancó hace ya casi un año con el único título logrado, la Community Shield ante el United. Después de eso, todo fueron batacazos: en la Premier fue tercero a 15 puntos del Liverpool, en la Champions cayó en dieciseisavos ante el Madrid de forma clara y en la FA Cup perdió la final ante el Crystal Palace cuando era claramente favorito. Un año horrible en el que la realidad de sus problemas deportivos no la arregló ni las millonadas de las ventanas de fichajes.