Prisión preventiva para una pareja boliviana que esclavizaba a una niña en Chile
La menor era obligada a trabajar más de 12 horas diarias y había tratado de huir previamente
“Llegaba muy temprano en la madrugada y se retiraba pasadas las 20:00, 21:00 horas todos los días. No se encontraba escolarizada”, detalló.
De acuerdo a su relato en la audiencia de formalización, la menor había ingresado al país por un paso no habilitado hasta Colchane, en enero de este año, y tras los malos tratos decidió huir hacia Santiago en bus, pero fue detectada por Carabineros en un control y devuelta a su tío, cuya defensa aseguró que la niña ayudaba voluntariamente a él y su pareja en las labores del local comercial.
Tras escuchar los alegatos, el juez Diego Reyes acreditó los delitos de trata de personas con fines de explotación laboral y ordenó prisión preventiva para ambos imputados, ordenando un plazo de 90 días para el desarrollo de la investigación que quedó a cargo del OS9 de Carabineros y la Fiscalía local.

Caso previo
Este caso se suma a otro de maltrato infantil que indignó al país en abril pasado en la misma ciudad, donde una mujer quedó en prisión preventiva luego de que vecinos denunciaran que mantenía a su hijastro de 13 años en condiciones de esclavitud.
La madrastra -de nacionalidad chilena-, fue formalizada por los delitos de homicidio frustrado y de maltrato habitual luego de acreditarse que el menor dormía en el patio y era obligado “a realizar acciones como lavar el auto o recoger excrementos de animales con la mano", según informó en esa oportunidad la fiscal Paula Arancibia, jefa de la Unidad Regional de Atención a Víctimas y Testigos (Uravit).
Además, el menor no asistía a la escuela desde agosto de 2024, se encontraba en un más que preocupante estado nutricional y un día incluso fue abandonado lejos de su hogar, al que tuvo que volver luego de una caminata de tres horas en plena madrugada.
La rabia cundió cuando la misma fiscal Camila Albarracín leyó la declaración del menor, quien acusó que la mujer lo hacía dormir en el patio, a veces incluso sin ropa.
"No me dejaba entrar al baño, no me podía bañar, a veces pasaba meses sin bañarme. En una oportunidad estuve 6 días sin comer y 3 días sin tomar agua“, aseguró el niño.
El maltrato se incrementó con el tiempo, cuando la agresora comenzó a golpearlo. ”Al principio eran con chancletas, pero después fue hasta con palos“, agregó.
"Me decía que soy tonto, que soy un inútil, que me odiaba, que nadie me quería, que no tenía mamá“, detalló sobre el maltrato psicológico al que era sometido.