Planta subterránea de enriquecimiento de uranio en Irán sufrió daños
La
operación israelí dejó huellas visibles desde el espacio y puso en
jaque la infraestructura atómica de Irán; el OIEA aporta datos inéditos
sobre el alcance del daño
Jonathan Tirone, Infobae
Nuevas imágenes satelitales sugieren que los ataques israelíes dañaron las instalaciones subterráneas de enriquecimiento de uranio en el principal sitio de producción de combustible nuclear de Irán, según el organismo de control nuclear de las Naciones Unidas.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)
escribió el martes en X que ha identificado elementos adicionales que
indican impactos directos en las salas subterráneas de enriquecimiento.
Esta es la primera confirmación independiente de las afirmaciones
israelíes de que destruyó el sitio, que atacó en las primeras horas del
conflicto, que ya lleva cinco días.
La destrucción de Natanz representa un golpe a las ambiciones nucleares de Irán, afirma el OIEA. (REUTERS)
La instalación de Natanz, que contaba con unas 15.000 centrifugadoras que separaban isótopos de uranio antes de que Israel iniciara sus ataques contra Irán, está construida bajo tierra y protegida por una carcasa de acero y hormigón. El OIEA aún no ha detectado daños en la otra planta de enriquecimiento subterránea de Irán, en Fordow, según el comunicado.
La agencia con sede en Viena
había sugerido previamente que las vastas salas de enriquecimiento de
Natanz permanecían intactas, a pesar de que los daños en las estructuras
de la superficie de la base eran claramente visibles desde los
satélites. Si la reevaluación es correcta y el sitio de enriquecimiento
de mayor capacidad de Irán ha sido destruido, representaría otro duro golpe para las ambiciones nucleares del país.
El
OIEA confirma daños en la planta subterránea de enriquecimiento de
uranio de Natanz tras ataques israelíes. (Crédito: X / @iaeaorg)
Además de destruir la única instalación de conversión de uranio de Irán en Isfahán, la violación de la fortificación de Natanz cuenta como un logro importante para Israel, que busca reducir la capacidad de la República Islámica de producir combustible nuclear.