Mundial de Clubes 2025 / ‘Bombonerazo’ del Bayern
El conjunto bávaro supera al gran ambiente de Miami, plagado de hinchas de Boca, con un gol crucial de Olise. Merentiel empató antes. Kane había hecho el 1-0.
El zurdo, el gran fichaje del Bayern en la última temporada, anotó incluso un gol olímpico, aunque el VAR lo anuló porque Gnabry molestó a Marchesin en su salida. En el fútbol la distancia entre molestar y cometer falta es muy pequeña, pero más pareció que Gnabry sobraba en la jugada que de verdad quisiera entorpecer al portero de Boca.
El conjunto de Russo se vio muy superado, por momentos asfixiado, por la presión de Boca. Contra los alemanes no hay efecto intimidatorio posible. Si hay que dar patadas, las dan. Si hay que gritar, gritan. Así ha sido históricamente el Bayern y lo fue también en Miami.
Apareció también quien más necesitaba hacerlo para que esa buena actitud se reflejara en el marcador: Harry Kane. Al delantero inglés le cayó un balón en el área y con dos toques, uno con la derecha, otro con la izquierda, uno para controlar, otro para rematar, batió por bajó a Marchesin. Pudo ser peor el golpe para Boca si Coman no hubiera fallado casi a continuación el segundo. Lo tuvo todo a favor menos saberse diestro teniendo que rematar con la izquierda.
Tardó mucho en reaccionar Boca, pero cuando lo hizo puso a prueba a Neuer. Zenón, el más agitado de los argentinos, comprobó sus brazos de hierro en un par de tiros que sacó el guardameta alemán como si la pelota rebotara en él. Al Bayern se le encogió el corazón, pues vio que la distancia no era tan amplia como para evitar sufrimientos. Y llegaron más.
Final de infarto
En uno, Merentiel se disfrazó de Lewandowski para hacer estallar Miami. Anticipó el mal movimiento de Stanisic y le limpió el espacio con un regate. Luego definió ante Neuer con maestría. Todo fue Merentiel en el empate de Boca, empate que tenía un efecto devastador en el grupo, pues dejaba a los argentinos a tiro de una victoria de clasificarse y con muy poco tiempo por delante que jugar en Miami.
Pero no será así. Aún deberán hacer cábalas los de Russo porque en una de las últimas intentonas Olise, el mejor del partido, rascó un balón dentro del área que no existía, un mazazo directo a la escuadra y al corazón de los aficionados xeneizes, que ni aún así dejaron de alentar aunque el tanto les mete en un lío inmerecido. Con el Bayern, ya se sabe, la justicia no existe. El Bayern ejecuta. El Bayern no pregunta.