Alcaraz evita una debacle en la primera ronda de Wimbledon

El español salva un día nefasto (62 errores no forzados) para superar en cinco sets al veterano Fognini (38 años). Le espera el británico de la previa Tarvet.

Nacho Albarrán
As
Nadie, ni el propio Carlos Alcaraz, tampoco su rival, Fabio Fognini, se había imaginado un inicio de campeonato tan nefasto, raro e incluso accidentado del español en la presente edición de Wimbledon. Aun así, el vigente campeón del torneo, que persigue su tercer título consecutivo en el All England Club, se las arregló para sobrevivir y mantener la tradición de ganar el primer partido de cada Grand Slam que disputa (18-0). Lo hizo con mucho sufrimiento, en cinco sets (7-5, 6-7 (5), 7-5, 2-6 y 6-1) y 4h37, la cuarta mayor duración de un partido en la carrera del murciano. Así evitó ser el tercer campeón defensor derrotado al año siguiente en la primera ronda. En su día lo fueron Manuel Santana (1967, contra Pasarell) y Lleyton Hewitt (2003, ante Karlovic). El miércoles, se enfrentará al invitado británico de la previa Oliver Tarvet (21 años y 733º), que eliminó al suizo Leandro Riedi (triple 6-4 en 2h18). “Intentaré poner mi mejor tenis, y mañana trabajar para mejorar las cosas que no han ido bien. Sobre todo, el resto, que él saca bien y es importante en hierba. Y trataré de recuperar”, avanzó Carlos.

“El primer partido en la central de cualquier torneo nunca es fácil. Estaba sacando bien y jugando bien, pero Wimbledon es diferente y especial. He intentado hacerlo lo mejor posible y controlar los nervios, aunque puedo hacerlo mejor. En general ha sido un buen encuentro”, resumió Alcaraz. Lo cierto es que, a trancas y barrancas, entre quejas, lamentos y gestos de desesperación, agobiado por el calor e incómodo con el ambiente, el número dos del mundo encontró la manera de evitar una auténtica debacle ante un rival que hizo un tenis dignísimo hasta el quinto set, aunque fuera facilitado en gran medida por la falta de energía y los errores no forzados (62, una cifra que pocas veces habrá alcanzado) de su rival.

No obstante, el veterano italiano de 38 años (tercero más mayor del torneo tras Monfils y Djokovic), que fue capaz de eliminar al gran Rafa Nadal en el US Open 2015, demostró que su clase no se ha agotado aún, y se regaló una actuación para el recuerdo en el que puede haber sido su último partido en Wimbledon. Jugando en una baldosa, andando, fue capaz de encontrar los mejores ángulos, las líneas y los efectos para desquiciar a Alcaraz. Hizo algunos puntos maravillosos. Los highlights fueron suyos. Le faltó rematar cuando más cerca parecía tener la gesta, posiblemente por agotamiento, pese a su inteligencia para no desgastarse antes. Su mujer, Flavia Pennetta, y su hijo, Federico, disfrutaron orgullosos desde la grada (al final, su padre le pidió una camiseta a Carlos para el niño).

Vaticinio

Fognini lo había avisado en AS: “Este tipo de jugadores es mejor encontrarlo ahora, porque el primer partido es siempre complicado y yo no tengo nada que perder. Mi objetivo es disfrutarlo y hacer ver que puedo jugar, y eso creo que ya lo he demostrado. Pero me gustaría algo más, porque en un escenario así, me encantaría”. No iba de farol el bueno de Fabio, que desde el inicio del partido inquietó continuamente a Alcaraz. En total, tuvo 21 oportunidades de quiebre, de las que aprovechó cinco. Muchísimas contra un enemigo de la talla del que tenía enfrente. Menos en el último, el transalpino tuvo opciones de ganar en todos los sets, que fueron una verdadera montaña rusa que pudo con los nervios de Alcaraz.

El de El Palmar lo exteriorizó con algunas frases que trufaron el desarrollo del encuentro. “No puedo sacar ni restar, qué vergüenza”. “Juega hasta los 50 años, tío, si tiene nivel para jugar hasta los 50″. Fueron algunas de las que pronunció. También se encaró con un espectador tras una doble falta: “¿Tienes algún problema? ¿Conmigo? ¿No?”. Y le gritó a un recogepelotas para que le trajera algo: “¡Ballboy!“.

Al final, después de resolver por la vía rápida en la quinta manga, con un parón de diez minutos por el desfallecimiento de un espectador, Carlos reconoció el mérito de Fognini: “No sé por qué es su último Wimbledon, porque ha mostrado un nivel con el que puede seguir jugando tres o cuatro años más, es increíble, tengo que darle crédito por este gran partido. Es un gran jugador, lo ha mostrado durante toda su carrera, con su talento. Es triste que probablemente sea su último Wimbledon, pero feliz por haber compartido la pista con él y disfrutaré de lo que le queda”. De momento, el que se queda es Alcaraz y sigue intacto su objetivo de ser triple campeón.

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