Un 16,5% sin Mbappé
Es el porcentaje que BeSoccer otorga a los blancos para ganar la Liga. Misión: llegar vivos al Clásico de Montjuïc, sin el francés. No estará ante Athletic, Getafe y, quizá, Celta.

Porque ese ha sido el mensaje desde el patinazo contra el Valencia. Que la mente solo piense en lo venidero y no en el horizonte. Que la Champions, el Arsenal en este caso, no empequeñezca lo liguero. Un partido a partido muy rojiblanco convertido en mantra madridista. Para que el encuentro ante el Barça siga siendo esperanza hasta el silbatazo inicial del 11 de mayo a las 16:15. Nueve de nueve con el anhelo del pinchazo azulgrana. Y, en Montjuïc, luchar por apretarlo todo. Un escenario que el Madrid tendrá que afrontar sin su 9. Por dorsal y quehaceres. Sin los 22 tantos de Mbappé en competición doméstica. Sin el 34,4% de los 64 totales del equipo. En el paisaje más plausible, la visita del Athletic y la salida a Getafe sin más de dos terceras partes del poder de fuego blanco. Dos duelos espinosos. Unos leones de Champions y la batalla contra Bordalás y su ejército. A la guerra sin su mejor cañonero.
¿La hora de Endrick?
Contra el Arsenal no hay duda. Tridente y Bellingham. Pero contra el Athletic Carletto tendrá que perfilar alternativas. Y los ojos apuntan a Endrick. Hombre, o niño, por hombre. El único delantero al uso de la plantilla. Más puro que Kylian, incluso. En lo que a pureza de posición se refiere. Acostumbrado a exprimir oportunidades... la roja del astro de Bondy se puede convertir en una de oro para el de Taguatinga. En el cuerpo técnico están encantados con su actitud, sus aptitudes y olfato. Un cóctel que le lleva a ir al mejor promedio goleador de la plantilla. Un zarpazo cada 82 minutos. Lleva siete en 575′. El grueso, en Copa. Donde es copichichi, con cinco dianas, junto a Julián. Su última víctima fue la Real y en La Cartuja tiene pocos dividendos para seguir sumando. Pero la expulsión de Mbappé el abre el horizonte liguero.
O no...
Aunque no es el menino d’ouro la única alternativa para suplir a Kiki. Por un lado, una vuelta al pasado. Al rombo donde Bellingham ejercía de bisagra y Vinicius y Rodrygo ponían samba al ataque blanco. Con tres centrocampistas equilibrando desde la sala de máquinas. Por otro, Brahim. La entrada del jugador número 12. Casi siempre el elegido cuando uno de los tenores causa baja. El Quinto Fantástico. Un ingreso que permitiría no tocar el dibujo, pero que obligaría a Vinicius o Rodrygo a ejercer de falsa punta de lanza. Muy móviles, pero arietes. Con el malagueño en una banda u otra. Opciones, varias. Realidad, una. El Madrid tendrá que pelear la Liga sin el francés. Un 16,5% sin Mbappé