PSG 2-1 Le Havre / Nadie tose a Luis Enrique
El PSG, con muchas rotaciones, vence 2-0 al Le Havre y sigue invicto en la liga francesa, que dominan sin parangón.
Los parisinos, con muchas rotaciones, dos chavales imberbes en el once de 18 años y permitiéndose el lujo de dar descanso a varios puntales, derrotaron 2-0 al Le Havre, un juguete roto que sucumbió, como prácticamente todos los equipos de la liga, cuyo objetivo es intentar encajar el menor número de goles ante esta máquina imbatible, sin respuesta en el Parque de los Príncipes. Los goles de Doué y Gonçalo Ramos allanaron el camino de la victoria del campeón de la Ligue 1.
Como un tropel, sin relajaciones a pesar de ser matemáticamente campeón desde hace dos semanas, los de Luis Enrique fueron un calvario para un Le Havre que pidió a gritos el descanso desde el primer minuto y que resistió gracias a las providenciales intervenciones de Gorgelin, un muro que evitó una goleada de escándalo del PSG en el primer tiempo.
El ex del Lyon, sin embargo, no pudo atenazar a Doué, un talento extraordinario que está derribando la puerta desde hace meses. Con un toque sutil, en una jugada que inició con un regate excelente en la banda derecha, el mediapunta rubricó el primero de los parisinos, con rotaciones, sin Dembélé, baja por descanso, y con dos canteranos de 17 años como Mbaye o Mayulu.
A por el segundo
El 1-0 no contuvo el ímpetu del PSG, cuyo henchido potencial ofensivo solamente lo pudo diferir un excelente Gorgelin. Barcola, Gonçalo Ramos, Doué en dos ocasiones, incluso el joven Mayulu, se toparon con un monumental guardameta, que fue el sostén de un inoperante Le Havre, asfixiado por la arrolladora presión de los de Luis Enrique.
El PSG se durmió en los laureles, como el miércoles en Villa Park, a pesar de arrancar la segunda parte con el mismo guion que la primera, con un gol tempranero, firmado por Gonçalo Ramos. El Le Havre, que apenas había asomado a la portería rival, redujo distancias por medio de Soumaré y se metió, casi por inercia, en el partido. A partir de entonces, las dudas se manifestaron en la plantilla parisina, que, aun así, incluso en días grises, sabe resistir y sigue invicto en la liga francesa.