NBA | Warriors 104-93 Rockets (2-1) / Otra obra maestra de Curry
Los Warriors se sobreponen a la baja de Butler con una defensa salvaje y una actuación legendaria del base.
El Chase Center sabía que hoy podía ser un jugador más y ejerció desde el principio. Con abucheos tremendos en la presentación de los jugadores de los Rockets después de lo ocurrido con Butler en el segundo partido en Houston. Dillon Brooks había defendido a Amen Thompson, el causante de la lesión del escolta, y había llamado “jugador sucio” a Green. Brooks, uno de los veteranos de los Rockets, también es uno de los jugadores menos equilibrados mentalmente de la plantilla. Y esta vez ganó su lado descontrolado. A los 11 segundos ya había hecho una falta. A los 5 minutos, dos. Al descanso llevaba cuatro. Acabó expulsado a falta de 3:47 para el final, después de haber jugado solo 28 minutos y cuando a su equipo se le iba la vida.
Aún así no es que los Rockets saliesen al partido con las piernas temblorosas. En el segundo cuarto llegaron a tener una ventaja de 13 puntos. Fue entonces cuando apareció la figura de Curry, que había fallado casi todo en el primer cuarto, igual que todo su equipo, pero a 5 minutos del descanso metió su primer tiro de larga distancia y se fue a vestuarios con 13 puntos y reduciendo la desventaja a solo 3 (46-49). “Creo que la clave del partido ha estado en cómo hemos cerrado el segundo cuarto”, apuntaba Steve Kerr. Ese arreón para aferrarse al encuentro fue decisivo. A la vuelta de vestuarios la cosa había cambiado por completo.
Aunque en el tercer cuarto los Rockets aún aguantaron el tipo, manteniendo más o menos a raya al ataque de los Warriors, en el cuarto se les vino el mundo encima. Los locales les estaban abrasando en defensa, comandados por un Green que recordó al de sus mejores días. Los de Houston se quedaron por debajo del 40% en tiros de campo. Al mismo tiempo, los de la Bahía consiguieron encontrar situaciones más ventajosas en ataque para Curry, que estaba sufriendo una defensa asfixiante. Sin la presencia de Butler todo se centra en él y, con 37 años, lo lógico es que un esfuerzo físico semejante le haga ir de más a menos en los partidos. Pero hoy fue de menos a muchísimo más. Cerró el encuentro con 36 tantos, con un 12/23 en tiros, 7 rebotes, 9 asistencias y solo 2 pérdidas. “Jugar 41 minutos contra este tipo de defensa, tener un inicio flojo y encontrar tu ritmo, algo que hemos visto en incontables ocasiones a lo largo de los años, meter tiros importantes y perder solo dos balones con una presión como la que ha tenido hoy... Ha sido brillante”, resumía Kerr.