La dura realidad de Aston Martin
“En Bahréin terminamos en nuestro sitio, este circuito expone el ritmo real”, señala Krack a AS sin perder la esperanza: “Con dos o tres décimas, todo cambia”.
Mike Krack, ingeniero jefe de Aston, asegura a AS que el de Sakhir no fue un mal gran premio en términos operacionales: “No creo que nada saliera mal. Sabíamos desde las primeras carreras dónde estamos. Bahréin es un circuito que expone el ritmo del coche y terminas en tu posición, porque los neumáticos y la posibilidad de adelantamiento permite que termines en tu sitio. Tratamos de hacer la carrera más rápida posible pero los coches de seguridad no nos ayudaron, por estrategia podríamos haber progresado un poco más. Pero terminamos en nuestro sitio”.
El luxemburgués admite a este medio que durante los test no tenían todas las evidencias para certificar que el AMR25 era un mal coche en curvas de baja velocidad y tracción: “Durante los test no, los test fueron muy complicados porque las condiciones fueron extrañas, hacía frío todos los días, tuvimos problemas, no hicimos tandas largas y nos centramos en entender el coche, así que fue difícil averiguar dónde estaba cada uno. Antes de llegar aquí, después de las tres carreras, sí sabíamos que sin ser fuertes en curva lenta y media, no seríamos muy rápidos en Sakhir”.
No habla todavía de mejoras: “Cuando haya algo listo se verá el viernes correspondiente. Hay un techo de gasto en marcha. Es un caso especial para nosotros porque tenemos un cambio de unidad de potencia y debemos construir nuestra propia caja de cambios, estas cosas no ayudan”. Aunque no cree que necesiten una revolución en el monoplaza actual para asentarse en el Top-10: “No hay que hacer muchas cosas para encontrar esas dos o tres décimas. Si fuera medio segundo, no lo recuperas rápido. Pero las dos o tres décimas las encuentras en un día perfecto y merece la pena buscarlas”.
Precisamente, resalta la máxima igualdad en esta parrilla y el hecho de que Alpine, Haas o Williams hayan sumado muchos puntos en carreras diferentes, aspirando todos a mucho más que un noveno puesto: “Esto demuestra que hay cuatro equipos top y si están al máximo, el Top-8 está ocupado y hay que luchar por el noveno y el décimo puesto con todos los equipos en una diferencia muy pequeña. Nunca hay dos compañeros juntos en la parrilla, toda la zona media está mezclada, así que si haces una buena clasificación en una pista con poca posibilidad de adelantamiento, es altamente probable que termines en los puntos. Y viceversa, como los coches están tan apretados, si sales atrás vas a terminar atrás. Y eso es frustrante. Son dos o tres décimas para adelantar a toda la zona media y a lo largo del año habrá una parrilla aún más apretada. Nosotros fuimos quinto coche y siempre éramos noveno y décimo”.