¿Lujo o burla? Las dos jugadas que terminaron en amarilla en la goleada de Brasil a Bolivia en el Sudamericano Sub 17
La Verdeamarela se impuso por 3 a 0 en un encuentro correspondiente al Grupo B, pero dos secuencias generaron polémica
InfobaeLa selección de Brasil Sub-17 derrotó por 3-0 a Bolivia en el inicio de la segunda jornada del Sudamericano de la Conmebol, en un encuentro correspondiente al Grupo B, disputado en el estadio Jaime Morón León. El torneo otorga cupos al próximo Mundial Sub-17 y se celebra en las sedes colombianas de Montería y Cartagena.
Kayke Santos completó la victoria brasileña con un disparo al minuto 81, estableciendo el 3-0 definitivo.
Durante el segundo tiempo, dos acciones específicas provocaron atención adicional en el estadio: ambos equipos protagonizaron la controvertida maniobra conocida como la ‘Paradinha’ durante la ejecución de jugadas ofensivas. El primero en realizarla fue el propio Ruan Pablo, al minuto 74, y posteriormente Santos García, de Bolivia, intentó replicarla.
Los árbitros les mostraron tarjeta amarilla a ambos jugadores por considerar que incurrieron en conducta antideportiva. Se trata de una acción que viene replicándose con continuidad en varios encuentros, incluso protagonizadas por figuras. Hace unos días, Memphis Depay la realizó en la definición del Campeonato Paulista que ganó con el Corinthians y despertó la ira del Palmeiras. En la Libertadores 2023 también la había probado Valentín Barco, con el Verdao como rival. Y la reacción resultó similar.
¿Acertaron los jueces al amonestar? En el contexto del fútbol, el respeto al juego y a los compañeros es fundamental para garantizar la integridad de los partidos y la convivencia deportiva. Cuando un jugador se coloca de manera provocativa sobre el balón, obstaculizando el desarrollo del juego y buscando alterar el flujo normal de la partida, está demostrando una actitud antideportiva que va en contra del espíritu del deporte. Este tipo de comportamiento no solo interrumpe el ritmo del juego, sino que también genera tensiones innecesarias entre los jugadores y con el público.
La actitud de pararse encima del balón con intención provocativa va más allá de una simple jugada táctica; es un acto que desafía el fair play y las normas no escritas que rigen el buen comportamiento en el campo. En este sentido, el árbitro tiene la obligación de sancionar esta conducta con una amonestación. La sanción no solo busca castigar el comportamiento antideportivo, sino también prevenir futuras actitudes que puedan empañar la esencia del fútbol como espectáculo y deporte de camaradería.
El fútbol, al ser un deporte basado en el respeto mutuo y la competencia leal, debe penar estos gestos que atentan contra su esencia, y la tarjeta amarilla se presenta como la herramienta adecuada para dejar claro que tal actitud no será tolerada dentro del terreno de juego.