Cruzada contra las cláusulas abusivas: “A jugadores mileuristas les ponen 25M€”
“Una cosa es proteger a los clubes y otra el abuso. No puede ser que un futbolista no tenga libertad para irse”, denuncia AFE, que pide al Congreso cambiar la norma.
Las cláusulas de rescisión, que nacieron a mediados de los 80 y que están recogida en el Real Decreto Ley 1006/1985, se han ido desvirtuando con el paso de los años. Se creó como un paso intermedio para dar más libertad a los jugadores para cambiar de equipo y a su vez proteger a los clubes de que un jugador al que han formado o por el que han invertido varios millones no se fuera gratis. Antes de esta Ley, en el fútbol español existía el derecho de retención, como explica María José López, codirectora de la asesoría jurídica de la AFE: “El hecho de que un jugador quisiera cambiar de trabajo no eran tan posible si no se le daba una carta de libertad”. Y añade: “En 1985, con el RDL 1006, se reconocen unos derechos de los deportistas. En el artículo 16 se regula la posibilidad de que se pueda romper unilateralmente ese contrato. Si no se cumple, el jugador debe pagar una cláusula. Pero estamos viendo algunas cantidades desorbitadas. Hemos visto algunas desde un millón hasta los 25M€ en jugadores que con un salario de mil euros al mes”. Y denuncia que se ha desvirtuado la norma con el paso de los años: “Se les está limitando su derecho a cambiar de trabajo. Si cobras mil euros y tienes que pagar 25M€ por romper el contrato significa casi un derecho de retención”.
Desde que el PSG pagara la cláusula de 222M€ por Neymar, estas se han vuelto desorbitadas. No solo entre los equipos de LaLiga, también en el fútbol femenino y el no profesional. “Una cosa es proteger a los clubes y otra el abuso. No puede ser que un trabajador no tenga libertad para irse a otro club. Hay que modular y moderar esas cláusulas por el abuso que puede suponer. Se están poniendo cláusulas para retenerles, tanto en chicos como en chicas. En Tercera he visto contratos de mil euros y cláusulas de 25M€. Si otro club quiere pagarle 2.500 euros al mes no puede ficharle. Es una práctica abusiva a la que se está apuntando todo el mundo”, lamenta López. Que intenta que se le dé cordura a este artículo de la Ley: “Tiene que haber unos baremos para esas cláusulas: un 5, 10 o 15% del salario… Hay que darle racionalidad para impedir que se convierta en un derecho de retención”.
Ahora bien, son cláusulas abusivas que a vistas de la justicia pueden ser ilegales. Los jugadores pueden denunciarlas, pero pueden vivir una odisea. “Si se lleva a un juzgado se gana. Pero apenas se denuncia el 10% de los casos. El mundo del deporte es muy mediático y a la vez muy ajeno a las relaciones laborales. La vida deportiva es tan corta que se puede estigmatizar. No se llega a ver la luz por ese miedo que hay a que el fútbol es un mercado laboral muy cerrado y de corto tiempo. Existe un aspecto intimidatorio”, expone María José López. Que explica por qué los jugadores aceptan esas cláusulas pese a restarles libertad: “No tienen capacidad de negociación. O lo tomas o lo dejas. ¿Quién está dispuesto a firmar una cláusula de un millón de euros con un salario de 500? Lo firman porque se les impone. Nosotros se lo advertimos, pero es un viacrucis porque es un mercado muy limitado”. Y si alguno se atreve a denunciar el camino es complicado: “Se tarda como mínimo un año o dos. Quizá no puedas jugar en ese tiempo. La justicia ordinaria es lenta y las carreras de estos deportistas son muy cortas… Se han dado casos en los que se declara que hay un abuso y se anula”.
El caso Zubiaurre
Es complicado hacerle frente a una cláusula abusiva. Y peligroso. Lo vivió en primera persona Iban Zubiaurre cuando trató de cambiar la Real Sociedad por el Athletic. En 2005 finalizaba su contrato y el jugador pensaba que podía marcharse libre a Bilbao, pero los donostiarras activaron una renovación automática que elevaba su cláusula a 30 millones pese a su corta experiencia en Primera. Una cantidad que el Athletic no estaba dispuesto a pagar y que provocó un pulso judicial que llevó a que Zubiaurre estuviera más de un año sin jugar. El Supremo dictaminó que la cláusula de rescisión de 30 millones era abusiva y la recortó hasta los 5M€. Zubiaurre pudo volver a competir casi un año y medio después, pero ya no fue el mismo. Apenas llegó a jugar cuatro partidos con la zamarra rojiblanca. La gran promesa por la que se pelearon Real y Athletic acabó colgando las botas a los 30 años.
Cambiar el 1.006
El sindicato de futbolistas AFE está trabajando para cambiar el 1006 en varios puntos y entre ellos en el de las cláusulas abusivas. María José López ya lo ha expuesto en el Congreso de los Diputados: “Vamos a luchar para que se modere. El trabajador tiene derecho a rescindir ese contrato y que sea sin cláusulas abusivas. Hemos manifestado en el Congreso que hay que modular y regular ese tipo de cláusulas. Han tomado nota y lo entendieron”. Una legislación que sobre todo busca proteger a los futbolistas de categorías no profesionales: “Las cláusulas de mil millones puede que se mantengan o tiendan a corregirse. Habrá que entrar en una racionalidad. Las que de verdad me preocupan son las de un millón con sueldos de 600 euros al mes. Si a esa persona le vas a limitar el ejercicio de su actividad como trabajador, algo habrá que decir”. Y puntualiza para finalizar: “Quien protagoniza este deporte son los trabajadores. El fútbol es importante, pero los derechos de los jugadores también”.