La
 continuidad del delantero portugués, cedido por el Atlético de Madrid, 
va a depender mucho del nuevo entrenador. El club, según ha podido saber
 AS, ha cerrado a Flick.
As
Del futuro entrenador del Barcelona va a depender mucho la continuidad de João Félix un
 año más en el equipo culé, que a día de hoy es toda una incógnita. El 
jugador portugués, de 24 años, llegó como cedido del Atlético de Madrid 
justo al límite de que se cerrara el mercado sin que Xavi le hubiera 
pedido y su balance a final de temporada en el club, a falta del 
testimonial último partido, puede resumirse en que sus números no 
maquillan la fama que le precedía. Ha dado menos de lo que se esperaba 
de él, pero sus cifras son defendibles. Unas gotitas de perfume que no dejan aroma.
Si
 nos atenemos a su contrato de cesión, el portugués debería regresar al 
Atlético de Madrid, donde no parece que vaya a ser muy bien recibido por
 un Simeone que está planificando una renovación radical de su 
plantilla. No parecería muy lógico que esa renovación pasara por la 
presencia de un futbolista que acabó enfrentado al técnico colchonero y 
que ya ha dado muestras más que sobradas de que quiere seguir en el 
Barcelona. Lo que pasa es que, según quien ocupe el banquillo blaugrana,
 no lo va a tener fácil. Xavi, por ejemplo, le ha despojado de cualquier condición de titular desde hace meses.
Existe
 una opción para cambiar el paisaje de João Félix más allá del 
entrenador elegido para dirigir el banquillo culé. Se trata de la 
Eurocopa. La cita de Alemania con Portugal, que es una de las 
selecciones que parte como favorita en la competición, podría 
revalorizar su mercado.
João Félix ha jugado esta temporada 43 partidos de blaugrana marcando diez goles y dando seis asistencias. Unas
 cifras que mejoran su mejor temporada vistiendo la camiseta del 
Atlético de Madrid, pero que suenan mejor sobre el papel que sobre el 
terreno de juego.
Actualmente,
 es el tercer máximo goleador del equipo tras Lewandowski (25 goles) y 
Ferran, que suma 11. Con diez tantos anotados, el luso sigue sin llenar.