Luego
 de terminar con un invicto de 33 victorias consecutivas en el primer 
Grand Slam de la temporada, Nole se mostró muy autocrítico con toda la 
actuación que tuvo: “No he estado ni cerca de mi mejor nivel”
La cabeza de 
Novak Djokovic
 es prodigiosa. Ese aspecto es, tal vez, el punto más fuerte en un 
tenista que marcó la historia. Pero la pregunta que se instaló apenas 
cayó contundentemente 
en semifinales del Australian Open ante Jannik Sinner
 hablaba sobre su futuro. Una serie de interrogantes sobre un tenista de
 36 años que sigue como número 1 del mundo y que llegó hasta las 
semifinales del primer Grand Slam del año. ¿Es el principio del fin de su reinado? La respuesta que se esperaba de un hombre como 
Nole,
 de convicciones firmes, no era dubitativa. Quizás aquejado por el golpe
 reciente dejó una rendija a las dudas. Pudo ser, también, un enfoque 
autocrítico para no volver a transitar por esto. Sólo él lo sabe.
“No lo sé”, expresó el hombre que llevaba seis años sin perder en el Australian Open desde aquella caída contra el 
coreano Hyeon Chung en 2018
 cuando un periodista le preguntó si sentía que su hegemonía corría 
riesgo o si tan sólo había sido un “torneo más”. “Todavía tengo grandes 
esperanzas en otros Grand Slams y en los Juegos Olímpicos. 
Esto es solo el inicio de la temporada y no es la sensación a la que estoy acostumbrado porque
 la gran mayoría de mis temporadas han empezado con una victoria en 
Australia. Esta vez es un poco diferente, pero es lo que
 es. 
No
 he estado a mi nivel, pero no significa necesariamente que sea el 
principio del fin, ya sabes, como a algunos les gusta llamarlo. 
Pero, sí, vamos a ver qué pasa en el resto de la temporada”, aceptó en un tono ambiguo entre risas.
 Esa
 última pregunta de la conferencia no fue casual, que buscaba un título 
simplemente. Djokovic había expresado a lo largo de su aparición ante 
los medios su preocupación por el mal nivel que sintió mostrar en todo 
el certamen. No fue solamente esta expresión la que dejó un semblante 
agridulce de un hombre que podría estar orgulloso de su vigencia. Una 
sola derrota no hará trastabillar su reinado. Sin embargo, Nole hizo un análisis más profundo de toda su estadía en el Australian Open: “Durante todo el torneo no he estado ni cerca de mi mejor nivel. Quizás el partido contra Mannarino fue genial, pero la mayoría de los partidos no he estado nada bien. No he jugado a la altura del nivel que suelo dar en Australia”.
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/J36EGYUCBRGHJCT7AMROM47OHI.jpg%20420w) Novak Djokovic habló tras su caída en semifinales (Foto: AAP Image/James Ross)
Novak Djokovic habló tras su caída en semifinales (Foto: AAP Image/James Ross)Y
 aclaró sobre esos dos primeros desconcertantes sets contra Sinner en el
 partido que terminó con victoria para el italiano 6-1, 6-2, 6-7 y 6-3 
en tres horas y media de acción sobre el Rod Laver Arena: “Evidentemente
 me sorprendió mi nivel de hoy porque no lo esperaba tan malo como en 
los dos primeros sets, aunque no me sentí yo mismo en la pista. Por 
todo esto se puede decir que las semifinales son un buen resultado, pero
 yo siempre espero lo mejor de mí mismo y no estaba destinado a darse 
hoy”.
“Quiero
 felicitar a Sinner por su gran partido y su gran torneo hasta ahora. 
Está merecidamente en la final. Me superó por completo. En cuanto a 
mí, me sorprendió mi nivel, en el mal sentido claro, no hice casi nada 
bien en los dos primeros sets. Es uno de los peores partidos de Grand 
Slam que he jugado, al menos que yo recuerde. Ha sido una sensación 
muy desagradable jugar de esta manera, pero le doy mucho crédito a él 
por superarme en todo. Lo he intentado y he luchado y logré subir un 
poco el nivel en el tercero, pero en el cuarto set volvió a ocurrir lo 
mismo”, fue contundente.
En
 esa línea crítica sobre su aparición en la cancha, el diez veces 
ganador del Australian Open aseguró que la estadística de no tener bolas
 de break a su favor a lo largo del juego “dice mucho” y apuntó: “Es difícil describir lo de hoy, todas las cosas que hice mal.
 Hay muchos aspectos en mi juego con las que no estoy nada satisfecho, 
mi movimiento, mi derecha, el revés. Todo fue bastante malo”.
Uno
 de los tenistas más significativos de la historia bien podría referirse
 a esos dos primeros partidos dubitativos ante Dino Prizmic (6-2, 6-7, 
6-3 y 6-4) y el 
local Alexei Popyrin (6-3, 4-6, 7-6 y 6-3) que sirvieron como antesala de dos victorias más contundentes sobre el argentino 
Tomás Etcheverry
 (6-3, 6-3 y 7-6) y el francés Adrian Mannarino (6-0, 6-0 y 6-3) que lo 
depositaron en cuartos de final ante el norteamericano Taylor Fritz 
(7-6, 4-6, 6-2 y 6-3). ¿Pondrá en duda su reinado este golpe o será la 
cachetada que lo hará convertirse en un hombre aún más predominante?