Un
 doblete del killer inglés da la victoria y el pase a octavos al Bayern.
 Iguala así a Roy Makaay: cuatro goles en sus primeros cuatro partidos 
de Champions con los bávaros.
As
Harry
 Kane apenas lleva tres meses vistiendo la indumentaria del Bayern, pero
 ya tiene enamorada a la afición del Allianz Arena. Tan sólo cuatro días
 después de anotar un hat-trick en Der Klassiker ante el Borussia 
Dortmund (0-4), el internacional inglés firmó un doblete en una victoria
 por 2-1 frente al Galatasaray que le sirve al hexacampeón de Europa 
para clasificarse de forma matemática a los octavos de final. Los 
muniqueses, además, prolongaron su idilio en la fase de grupos de la 
Champions, donde suman un total de 38 partidos consecutivos sin conocer 
la derrota y 17 victorias seguidas, lo nunca visto en la liguilla de la 
máxima competición continental.
El
 Galatasaray optó por el mismo método que en la ida y presionó la salida
 de balón bávara, pero los de Tuchel esta vez si anduvieron finos en la 
construcción y no tardaron en hacerse con el dominio del centro del 
campo. Aparecieron Sané y Kane, pero a ambos les faltó precisión a la 
hora de finalizar las numerosas ocasiones con las que contaron los 
locales en el primer período. Cinco minutos antes del descanso, Müller 
sustituyó al lesionado Musiala y los turcos despertaron. Una gran 
filtración de Ziyech dejó a Icardi solo ante Neuer, pero el guardameta 
alemán se hizo gigante y detuvo el remate. Seguían vivos y coleando los 
de Buruk.
Sobre
 todo Angeliño. El gallego, titular en el Allianz Arena, le dio mucho 
trabajo a Mazraoui por el carril izquierdo, pero también sufrió atrás 
ante las constantes embestidas de Coman. En una de ellas, el galo se 
sacó de la chistera un centro milimétrico que Kane envió al palo. Seguía
 mandando el Bayern, pero también tuvo suerte que el hombro de Icardi 
estaba en fuera de juego en una jugada en la que Torreira terminó 
mandando el cuero al fondo de la red. El tanto no subió al marcador. 
Exactamente lo mismo ocurrió, a priori, en un cabezazo de Kane tras un 
libre directo ejecutado por Kimmich. El balón entró. El asistente 
levantó el banderín. Pero el VAR le corrigió y concedió el primero al 
inglés. Seis minutos después, el kíller hizo el segundo tras un centro 
de Tel, provocando que el tanto tardío de Bakambu sólo sirviera para 
maquillar el resultado.