Siete claves para prevenir la enfermedad que es la tercera causa de muerte en los seres humanos
Puede causar ataques cardíacos y se asocia al fallecimiento de casi 18 millones de personas por año en el mundo. Un experto de la Clínica Mayo de los Estados Unidos dialogó con Infobae y detalló cuáles son las señales para tener en cuenta y reducir riesgos
A pesar de su impacto, hay 7 claves que se pueden tener en cuenta para detectar las señales, tomar decisiones y reducir el riesgo de padecer la enfermedad que puede producir angina de pecho e infartos, según el médico cardiólogo Regis Fernandes, nacido en Brasil y experto en cardiología preventiva de la Clínica Mayo en los Estados Unidos, en una entrevista exclusiva con Infobae.
La enfermedad de las arterias coronarias consiste en que se van produciendo depósitos de colesterol malo en las arterias del corazón. Ese tipo de colesterol, que son lipoproteínas de baja densidad, se va acumulando y forma placas en las arterias del corazón. Esa acumulación se conoce como “arterioesclerosis”. También la inflamación puede contribuir a que se desarrolle la enfermedad.

1- El trastorno de las arterias puede no dar síntomas al comienzo
“La acumulación de colesterol que forma placas en la capa interna de las paredes de la arteria se va produciendo durante el transcurso de varios años”, señaló el doctor Fernandes. Pero a medida que el problema progresa, fluye menos sangre a través de las arterias. Como consecuencia, el músculo del corazón no puede recibir la sangre o el oxígeno que necesita.
También la enfermedad de las arterias coronarias puede debilitar al músculo cardíaco. Una consecuencia que puede contribuir a que el corazón no pueda bombear la sangre adecuadamente al resto del cuerpo y sufra una insuficiencia. O también a una arritmia, que consiste en la alteración del ritmo normal del corazón.

2- El síntoma más frecuente es el dolor en el pecho
Cuando una persona tiene enfermedad arterial coronaria, puede sentir un malestar en el pecho como uno de los síntomas más frecuentes. Es una molestia que algunos pacientes describen como presión en el pecho. Según el experto, la angina de pecho puede tener diferente duración según cada paciente.
También se puede sufrir otros síntomas como la opresión en los brazos, la espalda, la parte posterior del cuello o la mandíbula, la dificultad para respirar y el desarrollo del infarto de miocardio, que se produce cuando el desarrollo de la enfermedad de las arterias coronarias ya ha avanzado. El infarto se produce cuando una arteria coronaria que bloqueada.

3- Se puede prevenir al tener en cuenta los factores de riesgo
“Una persona con niveles alterados de colesterol puede estar en mayor riesgo de tener la enfermedad de las arterias coronarias”, advirtió Fernandes. Ese nivel del colesterol puede estar dado por una predisposición genética, la edad, entre otras razones.
“Sin embargo, hay también que tener en cuenta que hay personas que sin el colesterol malo alto también pueden estar en mayor riesgo de enfermedad de las arterias coronarias”, afirmó. Por ejemplo, las personas que fuman corren un riesgo significativamente mayor de tener el trastorno. Las que se ven expuestas a respirar humo de otros fumadores también están en riesgo.
La presión arterial alta sin controlar puede endurecer las arterias y hacer que se vuelvan rígidas. La diabetes tipo 2, la obesidad, la enfermedad renal crónica, el sedentarismo, el estrés emocional, comer alimentos con gran cantidad de grasas saturadas, grasas trans, sal y azúcar, consumir alcohol en exceso, y dormir demasiado o muy poco también son factores que pueden influir en el estado de las arterias.

4- La medición de una proteína puede ser útil pero tiene su limitación
La llamada “Proteína C reactiva de alta sensibilidad” aparece en cantidades mayores a las normales si hay una inflamación en alguna parte del cuerpo humano. Es liberada por el hígado. Si se detectan a través de un análisis de sangre, que una persona tiene altos niveles de la “proteína C reactiva de alta sensibilidad” podría ser una señal de que tiene la enfermedad de las arterias coronarias.
Sin embargo, “un valor alto de la proteína puede deberse a una infección grave, a una lesión o a otra enfermedad. Por lo cual, la prueba de la proteína C reactiva debe ser realizada por profesionales de la salud que indicarán cuáles son los pasos a seguir para cada paciente”, de acuerdo con Fernandes.

5- La consulta médica a tiempo es crucial
“A veces las personas usan Internet a partir de que tienen síntomas como dolor de pecho. Pero navegan en un mar de información que puede confundirlas. Es importante que consulten a un profesional de la salud cuanto antes”, expresó Fernandez.
En la consulta médica, los profesionales preguntan sobre la historia clínica del paciente, incluyendo los síntomas y los antecedentes de la familia con respecto a problemas cardiovasculares. Pueden hacer un examen físico y pedir análisis de sangre y diferentes pruebas del corazón, como el electrocardiograma, el ecocardiograma y la prueba de esfuerzo.
En algunos pacientes, con más factores de riesgo, se indica la tomografía computarizada del corazón. “Es una herramienta de diagnóstico que puede mostrar los depósitos de calcio y las obstrucciones en las arterias coronarias”, precisó.
“La mayoría de los depósitos de colesterol en las arterias tienen calcio. Cuanto mayor sea la cantidad de calcio que se detecte, significa que mayor será el número de depósitos de colesterol y el riesgo de infarto”, aclaró.

6- Hay que consumir menos sal, pero ser precavido con los sustitutos
De acuerdo con el especialista de la Clínica Mayo, bajar el consumo de sal es una de las mejores formas de disminuir el riesgo de enfermedades cardiacas. Pero comentó que las personas suelen recurrir a sustitutos de la sal como alternativas saludables. Fernandes aclaró esos sustitutos no contienen cloruro sódico. Pero sí tienen cloruro potásico. “Así que las personas que intentan no ingerir demasiado potasio deben tener cuidado”, alertó.
Esa precaución es clave para las personas que tienen enfermedades renales, cardíacas o hepáticas, hipertensión y diabetes. Antes de consumir un sustituto de la sal, conviene consultar a un profesional médico.

7- Dormir bien también importa para cuidar el corazón
Ya hay estudios científicos que han demostrado que dormir menos de siete horas al día puede aumentar el mayor riesgo cardiovascular. Recientemente, la Asociación Estadounidense del Corazón incluyó al sueño entre los 8 aspectos esenciales de la vida, junto con el mantenimiento de un peso saludable, no fumar, mantenerse físicamente activo, seguir una dieta sana y controlar la tensión arterial, el colesterol y el azúcar en sangre.
Para el doctor Fernandes, “la cantidad ideal de sueño son ocho horas. Para alcanzar esa cantidad diariamente, aconsejó apagar la televisión y los teléfonos celulares varias horas antes de irse a dormir, que la habitación tenga oscuridad y evitar el consumo de alcohol”.