3 escenarios posibles tras el "No" de Grecia a las exigencias de la Troika
Grecia, BBC El
domingo una abrumadora mayoría de griegos rechazó las exigencias de la
"Troika" del Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y
la Comisión Europea, que pedían más ajuste fiscal para la extensión de
un programa de ayuda financiera. Exactamente un 61% de ellos votaron "No" en el referendo. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, aclaró que no era una votación contra Europa. Aunque varios líderes europeos habían advertido que votar "No" podría significar una salida de la eurozona. Entonces, ¿qué es lo que vendrá después del "No"? La BBC te explica tres de los posibles escenarios.
Escenario 1: Grecia sale de la eurozona
Es, según muchos, la opción más probable. Y ello a pesar de que Tsipras fue firme al decir que el resultado no tiene que ver con una voluntad de ruptura con Europa. "Fue una decisión que refuerza nuestro poder de negociación para alcanzar un acuerdo viable", añadió el primer ministro. Sin embargo, muchas de sus contrapartes en Europa lo consideran el fin del camino.
Los
ministros alemanes, así como los líderes de Italia y Francia, veían el
referendo como una votación para decidir si quedarse o salir del euro. En ese sentido, el vicecanciller de Alemania, Sigmar Gabriel, dijo en la noche de este domingo que
el primer ministro griego había "derribado los últimos puentes, a
través de los cuales Europa y Grecia podían transitar para alcanzar un
compromiso". Asimismo, el presidente del eurogrupo, el
holandés Jeroen Dijsselbloem dijo que está ahora en manos de Grecia
llegar "a las difíciles medidas y reformas" necesarias para salir
adelante. Y la primera ministra de Polonia, Eva Kopacz, se sumó a los comentarios diciendo que tendrá ahora lugar "una nueva etapa, con (Atenas) dejando la zona euro". Pero antes de que nada eso ocurra, tendrán lugar varias reuniones. El
consejo de gobierno del Banco Central Europeo se reunirá este lunes.
También lo harán los líderes de la eurozona, mientras que los ministros
de Finanzas se encontrarán el martes.
Escenario 2: los bancos griegos colapsan
Sobre
cualquier posible acuerdo político pesa el estado de los bancos,
cerrados desde el 29 de junio, cuando el Banco Central Europeo les
congeló las líneas de crédito. El gobierno griego prometió que si ganaba el "No" en el referendo esto incitaría a los bancos a volver a abrir este martes. Pero para reabrir necesitan recapitalizarse. Y para ello hay dos opciones: con dinero público europeo o dinero público griego. Sin embargo, parece improbable que el Banco Central Europeo decida este lunes aumentar la Asistencia de Liquidez de Emergencia. Y en un principio esto podría
suponer el fin del sistema bancario griego, ya que según su patronal
dispone de menos de 1.000 millones de euros en efectivo, a pesar del
corralito de la última semana, con 60 euros por persona como límite
diario. En ese sentido, el ministro de Economía griego, Giorgios
Stathakis, explicó a la BBC que aunque el BCE siga manteniendo la línea
de crédito congelada, con las restricciones actuales se podría evitar el
colapso hasta el viernes. Eso sí, si la cierra por completo entonces los bancos se verían "en una situación desesperada". Así que una potencial opción sería que los bancos abrieran con una moneda paralela, antes de reactivar la antigua moneda griega, el dracma. Aunque
también puede que este posible escenario haga recapacitar a la Unión
Europea y decida recapitalizar el sistema bancario griego, rescatarlo.
De momento, ya
hay quien se opone a ello. "El rechazo de Grecia a las reformas no
puede significar que obtengan el dinero con más facilidad", escribió el
ministro de Finanzas de Eslovaquia, Peter Kazimir, en la red social
Twitter. Y el mayor acreedor de Grecia, el Fondo Europeo de
Estabilidad Financiera (FEEF), financiado por los miembros de la zona
euro y creado en 2010 para hacer frente a la crisis de deuda soberana
europea, ya amenazó con reclamar los más de 130.000 millones de euros
(unos US$143.000 millones) que le debe el gobierno de Atenas. Sin
embargo, en una entrevista exclusiva con la BBC, el ministro de Economía
griego, Giorgos Stathakis, adelantó que el plan del gobierno para
salvar a los bancos pasa por que el Banco Central Europeo los mantenga
vivos durante 10 días. Eso le daría tiempo para avanzar en la
negociación con sus acreedores, los gobiernos de la eurozona y el Fondo
Monetario Internacional. El mejor de los casos sería que el BCE
decidiera proporcionar 3.000 millones de euros más de Asistencia de
Liquidez de Emergencia hoy.
Escenario 3: Europa y Grecia llegan a un acuerdo
En una entrevista ofrecida al diario español El Mundo
antes de saberse el resultado del referendo y de presentar su renuncia,
el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, insistía en que ganara
la opción que ganara este lunes habría un acuerdo. "Si gana el no
Tsipras viajará el lunes a Bruselas y logrará un acuerdo mejor, y al
día siguiente, el martes, los bancos griegos volverán a abrir sus
puertas", declaraba.
Y es que, aunque por el momento parezca improbable, el primer ministro griego dejó servido el marco para un acuerdo. Además,
las reformas que acordó días antes del referéndum no estaban muy lejos
de lo que la eurozona y los acreedores le exigen a Grecia. Lo que Tsipras había pedido era una prórroga para evitar el impago y tener así tiempo para negociar un tercer rescate o bailout de 29.100 millones de euros (unos US$32.000 millones). De
retomarse las negociaciones, el primer ministro griego contará ahora
con un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) publicado tres
días antes del referendo. Éste reconoce que la deuda pública
griega, que asciende a 400.000 millones de euros (unos US$441.000
millones), un 180% de su PIB, es "insostenible". Así que el gobierno griego pedirá una reducción del 30% de la carga de su deuda, según explicó el ministro de Economía a la BBC. Pero
para que el sistema bancario sea recapitalizado, Grecia necesitaría
tener acceso al fondo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM, por sus
siglas en inglés), creado en septiembre de 2012 y con una capacidad de
préstamo máximo de 500.000 millones de euros (unos US$551.000 millones). Por ahora todas las opciones están abiertas y ninguna parece indolora.