El rio Isiboro continúa en aumento y peligra Gundonovia
Trinidad, ANF
El nivel del río Isiboro subió 3 centímetros ayer, según el informe del Servicio de Mejoramiento a la Navegación Amazónica (Semena) que indica que la zona se mantiene en alerta naranja. Persiste el peligro de inundación en Gundonovia, en el TIPNIS, además de otras comunidades cercanas.
El Mamorecillo, en el sector de Santa Rosa del Chapare, es otro que corre el riesgo de desbordarse. Los demás afluentes, tienen un barranco promedio de por lo menos 3 metros.
El director de dicho servicio, Cap. Ivo Pérez, explicó que al parecer hubo un ‘represamiento’ del agua del río Isiboro a raíz de la crecida del Mamoré que es alimentado por los ríos Ichilo, Chapare y río Grande, que incrementaron su caudal por las permanentes precipitaciones pluviales en el sector.
Según Pérez, si bien por el momento es prematuro asegurar si habrá o no inundaciones en el Departamento, sin embargo, se debe tener en cuenta que los caudales en esta misma época, el 2012, eran bajos. “Además no debemos olvidar que con el fenómeno de ‘El Niño’ y el cambio climático, no se puede asegurar nada”, enfatizó.
El nivel del río Isiboro subió 3 centímetros ayer, según el informe del Servicio de Mejoramiento a la Navegación Amazónica (Semena) que indica que la zona se mantiene en alerta naranja. Persiste el peligro de inundación en Gundonovia, en el TIPNIS, además de otras comunidades cercanas.
El Mamorecillo, en el sector de Santa Rosa del Chapare, es otro que corre el riesgo de desbordarse. Los demás afluentes, tienen un barranco promedio de por lo menos 3 metros.
El director de dicho servicio, Cap. Ivo Pérez, explicó que al parecer hubo un ‘represamiento’ del agua del río Isiboro a raíz de la crecida del Mamoré que es alimentado por los ríos Ichilo, Chapare y río Grande, que incrementaron su caudal por las permanentes precipitaciones pluviales en el sector.
Según Pérez, si bien por el momento es prematuro asegurar si habrá o no inundaciones en el Departamento, sin embargo, se debe tener en cuenta que los caudales en esta misma época, el 2012, eran bajos. “Además no debemos olvidar que con el fenómeno de ‘El Niño’ y el cambio climático, no se puede asegurar nada”, enfatizó.