Un gigantesco iceberg se desprende de la Antártida

Mide 5.800 kilómetros cuadrados, la mitad del Salar de Uyuni y 15 veces la mancha urbana de la ciudad de Santa Cruz. El cambio climático lo acelera

EL DEBER
Uno de los mayores icebergs del mundo, aunque no el mayor de la historia, de unos 5.800 kilómetros cuadrados, se ha desprendido del segmento Larsen C de la Antártida, lo que deja al resto de la plataforma vulnerable a rupturas futuras, revelaron los expertos de la universidad galesa de Swansea, en el Reino Unido. La formación de icebergs es un proceso natural, pero el calentamiento del aire y de los océanos lo acelera, advirtieron los científicos.


El iceberg es de un tamaño equivalente a 15 veces la mancha urbana de Santa Cruz. Además, es una masa de hielo que mide un poco menos de dos tercios del Salar de Uyuni, que tiene 10.500 kilómetros cuadrados.

Los expertos llevaban vigilando el desarrollo de una gran grieta abierta en esa zona del continente blanco desde hacía más de una década, pero el proceso de ruptura se aceleró a partir de 2014, lo que pronosticaba la inminencia de este suceso.
El desprendimiento definitivo del iceberg tabular ocurrió en los dos últimos días, confirmó el ‘Proyecto Midas’ de la Universidad de Swansea, que precisó que no "tienen conocimiento" de que esté "relacionado con el cambio climático provocado por el hombre". Los expertos indicaron que el enorme témpano, que se espera sea denominado A-68, pesa más de un billón de toneladas y tiene una extensión equivalente a un cuarto del territorio del País de Gales o a 55 veces la ciudad de París.

Larsen C podría seguir el ejemplo de Larsen B, otra barrera de hielo que se desintegró de forma espectacular en 2002.
Larsen C llevaba años fisurado por una grieta enorme que se alargó en los últimos meses (solo en diciembre se extendió 18 km). Al comienzo de julio sólo estaba unido a la Antártida a lo largo de cinco kilómetros.

Según Midas, la rotura fue detectada el miércoles por el instrumento satelital Aqua MODIS de la NASA, cuando pasaba por la plataforma de hielo Larsen C y captó a través de sus sensores de infrarrojos la presencia de agua en la grieta entre el iceberg y el segmento, señal inequívoca del desprendimiento.
Aunque el A68 ha entrado en la lista de los diez bloques más grandes registrados, se queda aún lejos de los 11.000 kilómetros cuadrados que tiene el iceberg B-15, que se separó de la plataforma antártica Ross en 2000 y cuyos fragmentos lograron llegar hasta Nueva Zelanda seis años después.

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