La pesadilla de Umtiti: sin salir a la calle ni hablar con nadie
En una entrevista, el francés reconoció que sufrió depresión después del Mundial de 2018. Anunció su retirada de los terrenos de juego en octubre.
“Creo que es esencial poder hablar de este tema, que para mí es muy importante. Yo lo viví, me hizo daño, creo que con nuestra notoriedad podemos ayudar, y por eso hicimos este documental. Que hablaran los jóvenes (del documental) también nos permitió abrirnos nosotros. Son cosas muy personales, pero necesitábamos hacerlo para que todo el mundo se sintiera cómodo en nuestros círculos de palabra. La salud mental es un tema muy importante que sigue siendo bastante tabú en el mundo del fútbol. Pero creo que intentamos hacer entender al mundo, a la gente, que hay que prestarle atención y cuidarla desde la edad más temprana”, dijo.
Umtiti reconoció qué fue lo que le empujó a desvelar sus problemas de depresión y a contarlo en un documental. “Me hizo un bien enorme. Porque los temas tratados son temas de los que nunca me había atrevido a hablar. Me hizo muchísimo bien poder intercambiar con personas que estaban en la misma situación que yo. En ciertos momentos me permitió decirme: “Sabes, Sam, hay cosas peores”. Yo viví situaciones complicadas, pero hay cosas peores".
El desencadenante de la depresión podría salir a la luz algún día, aunque Umtiti, en la entrevista con L’Équipe, dio más detalles. “Eso es muy personal. Muy personal.. Hablaré de ello cuando tenga ganas de hacerlo. Fueron esos problemas, como los de la rodilla. Es cierto que, a nivel médico, hubo cosas que podrían haberse hecho mejor, pero entraban en juego muchas cosas y creo que se hicieron mal. Pero eso forma parte de mi historia y ahora no me avergüenza hablar de ello. Pero cuando tenga ganas, creo que explicaré un poco a todo el mundo lo que viví y por qué pasó todo eso”.
El exjugador del Barcelona, Olympique de Lyon o Lille, su último club como profesional, admitió que poco a poco se dio cuenta de la gravedad de lo que padecía. “Pero en el momento, para mí, era todo menos eso. Era solo un momento así, pasajero, que duraría una semana, luego un mes, luego dos meses, luego tres meses, luego un año. Y en el momento cuesta un poco. Y sobre todo, cuando uno se queda solo y no se lo cuenta a nadie, creo que cuesta mucho, de verdad, ponerle palabras. Por eso animo a la gente a que hable, a que se tome ese tiempo. Y por eso hicimos este documental. Lo principal era hacer entender a los jóvenes: “Venga, hablad”. Podéis hacerlo. Y no vais a parecer personas locas, personas diferentes. Todo el mundo pasa por ahí“.


