Fulham 4-Manchester City 5 / Qué agonía, Pep

El City sufrió para tumbar a un Fulham al que ganaba 1-5. Haaland marcó su gol número 100 en Premier, Foden hizo un doblete y Gvardiol salvó el 5-5 sobre la línea en el 98′.

Pablo Montaño
As
Llegaron los ‘Martes Locos’ a Craven Cottage. Para que después digan que el fútbol entre semana es aburrido. Lo que sí pudo ser, al menos para Pep Guardiola, es trágico. Pobres de aquellos aficionados del Fulham que pusieron rumbo a casa, con 1-5 en el marcador, cuando aún restaba más de media hora de encuentro. Lógico hasta cierto punto, y no solo por el frío londinense, después de ver cómo Haaland superaba a Alan Shearer como el jugador que más rápido alcanzaba el centenar de tantos en la Premier League –111 partidos del noruego frente a 124 del inglés– y Foden demostraba con dos ‘chicharros’ que está de rigurosa vuelta. Otros dos tantos de Reijnders y Doku, así como dos remates del cyborg estrellados en la madera, hacían pensar que la de la 13ª jornada liguera sería una noche para olvidar en el oeste de Londres. Pero nada más lejos de la realidad.

Qué agonía, PepPhil Foden, Tijjani Reijnders y Erling Haaland, jugadores del Manchester City, celebran un gol anotado ante el Fulham.David Klein

La exhibición de Iwobi, la irrupción de Chukwueze y el enésimo desmorone, casi dramático, del conjunto mancuniano dieron lugar al que muy difícilmente podrán bajar del primer puesto en el ránking de mejores partidos de la Premier League 2025-2026. En un encuentro en el que hasta seis futbolistas diferentes vieron portería y el Manchester City llegó a ir ganando por cuatro tantos de ventaja, Ruben Dias terminó enloqueciendo con cada diana rival y Gvardiol fue el último gran héroe skyblue de la noche al evitar, en el 98′, el 5-5 del Fulham.

Qué agonía, PepPep Guardiola, técnico del Manchester City, habla en la banda con su jugador Erling Haaland.David Klein

Haaland, que ni siquiera ha completado su cuarta temporada en las islas británicas, ya es historia del fútbol inglés. No hay récord que se le resista. Y ya tiene a Cristiano Ronaldo a tres goles de distancia. Pero si el noruego, que además de ver portería también dio dos asistencias, quiere volver a coronarse como campeón de la Premier League, el Manchester City tendrá que dejar de ser una verbena en defensa. Por mucho que la distancia actual con el Arsenal sea de dos puntos, a la espera de que los gunners reciban al Brentford, los planes ofensivos de Pep Guardiola tendrán que ser lo suficientemente efectivos en ataque para que sus pupilos no terminen por volverse locos.

Ciao, Shearer

¿Iba a impedir a Haaland marcar su gol número 100, en 111 partidos en la Premier League, el toparse con el palo en la primera ocasión del encuentro? La respuesta es: evidentemente no. El noruego desaprovechó el pase de exterior de Foden, que vuelve a ser la mejor versión de sí mismo, pero no el de Doku a los 17 minutos de partido. Ya en el punto de penalti, el cyborg mancuniano solo tuvo que fusilar a Leno. Se te acabó el récord, Alan Shearer. Y eso que aún tenía 13 partidos más de margen.

Pero Haaland, lo mismo que te marca, te asiste. Con un movimiento al más puro estilo Harry Kane, el ‘9′ del Manchester City puso de gol a Reijnders para que, 12 jornadas después, el centrocampista holandés viera portería. El 0-2 visitante fue un golazo, tanto por cómo se hizo hueco de espaldas Haaland y rompió todas las líneas defensivas de los cottagers como por la definición ‘picada’ del ‘4′ mancuniano. Aún mejor fue, eso sí, el 0-3 de Foden. Un trallazo de zurda desde la frontal del área muy suyo, pero que llevábamos mucho tiempo sin ver.

Si en el 44′ el inglés enganchó el balón para sentenciar el encuentro, o eso se creía Pep Guardiola, en el 47′ Emile Smith Rowe se lanzó en plancha para que lo de Craven Cottage en el descanso no fuera una desbandada. El cabezazo cruzado del inglés, imparable para un Donnarumma que ya había dejado una magnífica intervención aún con 0-1, rebajó el enfado de Marco Silva en el banquillo local.

El manicomio de Craven Cottage

Lo que sí terminó por enfadar al técnico portugués del Fulham fue que, en menos de 10 minutos del segundo tiempo, el Manchester City se apuntara la ‘manita’. Foden, otra vez, en el 48′, y Doku, con ayuda de Sander Berge, en el 54′, abrieron una brecha de cuatro goles en el marcador. Un mal control de Haaland, que terminó estrellando otro remate en el poste, se convirtió en su segunda asistencia de la noche. Y al extremo belga le bastó con recuperar en la frontal, armar el disparo y que el centrocampista noruego de los cottagers desviara la trayectoria del mismo. Con 1-5 a falta de poco más de media hora y un sinfín de ocasiones desperdiciadas, ¿ya estaría, no? Pues no.

Qué agonía, PepPhil Foden, jugador del Manchester City, celebra uno de sus goles anotados ante el Fulham.Paul Childs

Como ya le ocurriera escasos días atrás ante el Leeds United, el equipo de Pep Guardiola se diluyó como un azucarillo. El de Sampedor creyó que, a falta de 33 minutos, era el momento idóneo para dar descanso a Nico González. Pero sin el español como pivote y sostén de los citizens, el Manchester City se desmoronó. También por culpa y gracias a la dupla nigeriana Alex Iwobi-Samu Chukwueze.

Mientras que el reconvertido centrocampista del Fulham redondeó una actuación de matrícula de honor, por momentos independiente a la del resto de sus compañeros, con un golazo de bandera; su compatriota salió desde el banquillo para revolucionarlo todo. Si Iwobi recortó distancias, desde la frontal, con un derechazo de rosca, Chukwueze hizo el 3-5 y 4-5 con dos medias voleas de zurda. El exjugador del Villarreal se benefició de dos malos despejes en las inmediaciones del área skyblue y acabó superando a Donnarumma.

Qué agonía, PepSamu Chukwueze, jugador del Fulham, recoge el balón tras marcar ante el Manchester City.Paul Childs


Le tocaba sufrir a Pep Guardiola, y de qué manera. Por si no fuera suficiente, Marco Silva dio entrada al brasileño Kevin para hacer del partido un correcalles. Y para que este se convirtiera en el gran quebradero de cabeza de Matheus Nunes. A este encuentro de absoluta locura solo le faltaba que Josko Gvardiol, en el minuto 98 y sobre la misma línea de gol, evitase que el joven Josh King pusiera el 5-5 en el luminoso de Craven Cottage. El croata salvó el tanto visitante, y a su Manchester City. Entonces, con el pitido final, Pep Guardiola pudo respirar tranquilo, e incluso sonreír. ¡Pero qué agonía!

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