Lewandowski, implacable en el campo y fuera de él
Aseguran que influyó en el cambio de entrenadores en el Bayern y el Barcelona para poder rendir mejor.
“Es una locura, un profundo deseo de ganar que lleva a Robert a aplicar una división muy simple en su vida. Quienes le ayudan a triunfar son amigos y quienes se interponen en su camino, enemigos. Si un entrenador obstaculiza sus convicciones, Robert generalmente cree tener razón”, afirma.
Staszewski explica que Lewandowski, junto a otros jugadores, acudieron a ver a Karl-Heinz Rummenige para quejarse de Hansi Flick y que pudo ser decisivo en el despido de Carlo Ancelotti. “No le gustaba, entre otras cosas, que su ayudante fumara en los entrenamientos y que la intensidad de las sesiones fuera demasiado baja”, apunta.
Un caso similar ocurrió en el Barcelona de Xavi Hernández. El delantero polaco entendió que con el entrenador egarense el equipo no rendía lo suficiente y que fomentó su marcha, siendo consciente, además, que Xavi había pedido a Laporta que traspasaran a Lewandowski. “Xavi sabía que Lewandowski se había convertido en su rival en el vestuario. Pero la vida demostró que era Xavi quien tenía que abandonar el club. Llegó Flick y, de repente, Robert jugó una temporada fantástica. Cuando se trata de ganar, Lewandowski es implacable”, sentencia.
El mismo periodista, en la biografía de Lewandowski, explica que “el Barcelona, en una reunión en la que estaba presente el presidente, Joan Laporta, le pidió que dejara de marcar goles. Y que el motivo era económico porque el Barcelona debía pagar al Bayern un bonus de 2,5 millones si el delantero polaco llegaba a los 25 goles. Con el título ya asegurado, el Barça habría optado por pedirle que dejara de marcar".


