El Atlético se lo cree
El equipo festejó ante el Inter su sexta victoria consecutiva. Con esta racha, endereza su camino en Liga y en Champions. El grupo, la clave de esta trayectoria ascendente.
Simeone se agarra partido a partido al abanico de posibilidades que le ofrece la plantilla. “Teníamos un plan”, explicaba tras el 2-1 al Inter. En el primer tiempo, “más fuerte en mitad de campo, con transiciones rápidas”. Tras el 1-1, a falta de media hora, con tres cambios en el 59′ y dos en el 68′ “para ese empuje final que apareció”. Un plan de “partido largo” para el que el Cholo necesitaba, como en cada encuentro, de todo su catálogo de futbolistas.
Alistados al plan: Musso, Pubill, Cardoso...
El míster sigue sumando hombres a la causa. Musso se confirma como un portero de garantías y, si en Getafe fue Raspadori quien agitó el choque y presentó méritos, ante el Inter las apuestas inesperadas fueron Cardoso, de inicio, y Pubill, para el segundo tiempo. El lateral fue una de las cinco elecciones para el arreón del tramo final. También entraron Koke, que amarró un partido que se estaba esfumando, y Nico, con toda su energía y sus maneras de lateral. Luego Griezmann y Sorloth, revulsivos de lujo y, en el caso del francés, asistente desde el córner.
El equipo terminó feliz por el triunfo y por la sensación de que está sabiendo arañar triunfos en diferentes contextos. Los partidos contra el Inter y el Getafe apuntaban ambos directos hacia el empate, cada uno con sus circunstancias. Y con empuje los fue llevando finalmente hacia David Soria (tres paradas desde el 69′ y un tanto encajado) y Sommer (tres desde el 77′ y otro gol). Contra el Levante, el Union SG y el Sevilla también tuvo que masticar las victorias con paciencia.
Oviedo y una ruta temible a domicilio
Capítulo aparte merece en esta ruta el 0-2 contra el Betis, el primer triunfo de la temporada a domicilio, el gran debe del Atleti en los últimos años, pero especialmente en sus viajes ligueros de 2025. El equipo rojiblanco se adelantó pronto y dio luego una lección de solidez. Aquel subidón conecta con la apurada y sufrida victoria en el Coliseum. El reto, tras el partido del sábado con el Oviedo, extrema después la dificultad a domicilio con las visitas al Barça, al Athletic y al PSV en una semana (2, 6 y 9 de diciembre).
Pero no se mira tan lejos. En las entrañas del Metropolitano, aún con la sangre caliente tras el triunfo sobre el Inter, se pensaba ya (y solo) en el Oviedo. Simeone hará retoques en el once, con la sensación de que tiene cada vez más piezas, pese a que en la última cita faltaran tres puntales como Oblak, Llorente y Le Normand. Pero ahí asoman la fiabilidad de Musso, los avances de Ruggeri y Molina, la generosidad de Raspadori y Pubill, la energía de Cardoso y Gallagher en el medio, el esfuerzo de todos los que entran en las segundas partes. Y el Cholo lo celebra porque, como él mismo dice e insiste, es el único camino posible.


