Arsenal 3-Bayern 1 / El terror de la Champions
Los goles de Timber, Madueke y Martinelli mantienen al Arsenal como único equipo de Europa con pleno de triunfos. Karl, de 17 años, empató en la primera parte. Volvió Odegaard.
Los jugadores del Arsenal celebran el gol anotado por Gabriel Martinelli ante el Bayern de Múnich.Peter CziborraApenas un tanto, el que le hizo el ‘Lamine Yamal bávaro’ en el primer tiempo, ha encajado el conjunto londinense en cinco jornadas. Todas, eso sí, acabaron con triunfo gunner. Ni siquiera una máquina de hacer goles Harry Kane, pitado por la afición del Arsenal cada vez que entraba en contacto con el balón por su pasado spur, pudo tumbar al terror de esta Champions League.
Timber, Madueke y Martinelli, con el meta alemán pasando de villano a héroe, y de héroe a villano nuevamente, materializaron la superioridad gunner, especialmente en el segundo tiempo. Mikel Arteta ha conseguido que muchos de los mejores futbolistas del mundo en su posición jueguen a sus órdenes. Por eso lideran la Premier League con puño de hierro, por eso son los únicos que siguen invictos en Europa y, sobre todo por eso, son los grandes y máximos favoritos para ganar, por primera vez en su historia, la Champions League.
Un ‘Lamine’ llamado Karl
“Estoy molesto porque no marcamos (ante el Tottenham) a balón parado”, dijo Arteta en la previa con una media sonrisa en su rostro. Tranquilo Mikel, que Jurriën Timber está aquí para solucionarlo. Porque uno de los mejores laterales derechos del mundo, que es en lo que ya se ha convertido el holandés, no solo defiende como nadie, sino porque también marca goles. Cómo no, con la especialidad de la casa. “Set-piece again, olé olé” cantó al unísono el Emirates Stadium, que había recibido a los suyos con un arsenal, nunca mejor dicho, de fuegos artificiales cuando Timber se elevó por encima de todos y cabeceó al fondo de la red, en el 22′, el córner botado por Saka.
Se señalaba y pedía disculpas Neuer a sus compañeros por la mala salida que ayudó al 1-0 local. Y las gracias se las dio a su compañero Lennart Karl. El ‘Lamine Yamal bávaro’, apenas 10 minutos después, se encargó de demostrar que él, y el Bayern de Vincent Kompany, están hechos de otra pasta. Y de que los londinenses encajasen su primer tanto esta edición de la Champions League.
Lennart Karl, jugador del Bayern de Múnich, celebra el gol anotado ante el Arsenal.Peter CziborraAunque Eze rozó el 2-0 tras una mágica triangulación en la frontal con Merino, no se vinieron abajo ni mucho menos los muniqueses. Envío espectacular de Kimmich a la espalda de Lewis-Skelly –hizo mucho daño al Arsenal este movimiento durante todo el partido–, prolongación de Gnabry y remate a bocajarro de la perla alemana de 17 años. Todo volvía a estar como antes. Además del 1-1, Mikel Arteta también tuvo que lamentar, antes del descanso, la lesión de Trossard.
Neuer, héroe y villano
Una gran ocasión visitante cerró los primeros 45 minutos, y un aluvión local inauguró los segundos. Si los gunners no doblaron su ventaja nada más reanudarse el encuentro fue porque Manuel Neuer no quiso. El alemán, a sus 39 años, sigue siendo un portero capaz de definir partidos. Con él se toparon Saka, Merino hasta en dos ocasiones, Mosquera, cuyo cabezazo a bocajarro lamentó todo el Emirates Stadium, y Rice. A cada cual más clamorosa que la anterior.
También tuvo la suya, y muy clara de hecho, el jovencísimo Karl. Tiene algo especial el ‘42′ muniqués. Pero los que acabarían viendo portería serían, con todo merecimiento, los pupilos de Mikel Arteta. Primero Madueke y, ocho minutos después, Martinelli. Primero tras un gran centro del recién introducido Calafiori, a quien el guipuzcoano dio entrada tras el destrozo que le hizo Karl a Lewis-Skelly, que fue directo al segundo palo. Allí estaba el exatacante del Chelsea para todo el lado gunner del norte de Londres rugiera. Y después, con otra mala salida, esta vez por abajo, de Neuer. De villano a héroe y de héroe a villano.
Gabriel Martinelli, jugador del Arsenal, define para marcar ante el Bayern de Múnich.David KleinEze puso a correr a Martinelli. Cuando quiso darse cuenta el meta del Bayern, el brasileño le había superado en el círculo central con un autopase con la rodilla. El ‘11′, a quien también habían dado entrada Mikel Arteta en el segundo tiempo, solo tuvo que definir a portería a vacía. Por si no fueran suficientes noticias positivas, el Emirates Stadium pudo ponerse en pie y celebrar el regreso de su capitán. Casi dos meses después, tras lesionarse la rodilla a principios de octubre, Martin Odegaard volvió a enfundarse el brazalete y saltar el césped. Era la guinda a una gran noche europea del Arsenal. Otra más, y a buen seguro que no será la última.


