Bellingham preocupa

Su regreso no va sobre ruedas. Desubicado en el derbi y ante el débil Kairat, Jude mostró su frustración en Almaty. Sobrevuela la duda de la precipitación.

Carlos Forjanes

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Las prisas, generalmente, no son buenas. Ése está pudiendo ser el pecado de Jude Bellingham y por extensión Xabi Alonso con el retorno del inglés de su cirugía en el hombro. Jude acortó un mes el plazo estimado en la recuperación de una intervención de ese estilo y su regreso no ha ido por los raíles esperados. La titularidad en el derbi le pasó por encima y contra el Kairat, sorpresivo suplente en un partido casi a medida para mejorar, tampoco logró conectar con el juego del Real Madrid.

Sobrevuela una cierta preocupación en el club por la duda de la precipitación. Desde dentro se frenó la luz verde definitiva al propio futbolista británico, porque quiso volver a vestirse de corto incluso antes de lo que lo ha hecho. Pero el empuje de Bellingham en los entrenamientos y la aquiescencia de Xabi obraron su regreso. Sólo dos minutos contra el Espanyol y los 19′ en el Ciutat de Valencia después de 73 días sin disputar un partido como únicos bancos de pruebas antes del Atleti.

Soccer Football - LaLiga - Atletico Madrid v Real Madrid - Riyadh Air Metropolitano, Madrid, Spain - September 27, 2025 Real Madrid's Jude Bellingham looks dejected after Atletico Madrid's Robin Le Normand scores their first goal REUTERS/Susana VeraSusana Vera

El caso es que el derbi dejó mella. Fue uno de los principales rostros de la impotencia blanca en el Metropolitano. Cero remates. Más persiguiendo sombras rojiblancas que pudiendo aportar. Apenas 24 pases... ¡cinco menos que contra el Levante! No funcionó y Xabi pasó de puntillas sobre esa titularidad del inglés. “Necesitamos a todos y Jude es parte fundamental, estaba entrenándose bien...”, fue lo más que dijo el tolosarra.

Kazajistán no vino a mejorar la situación. Xabi se retrajo a un ataque prederbi (con Mastantuono titular y Güler en su posición habitual) y a Jude se le vio yéndose al túnel tras el pitido final con evidentes gestos de frustración. Esos diez minutos contra el Kairat tampoco le generaron un alivio. Entró con todo decidido y aún así perdió cuatro balones en tan corto espacio de tiempo, mal síntoma.

Cómo reenganchar a Bellingham a un Madrid que antes del Metropolitano iba lanzado y en Almaty pudo lamerse algo las heridas es misión para Xabi. Y el Villarreal, una vez cedido el liderato la jornada pasada, asoma como un partido más de necesidades que de ensayos.