El Atlético y el maleficio del anfitrión de la Champions

Pablo M. Fuentenebro
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Son muchas las fechas señaladas que lleva el Wanda Metropolitano en su corta historia. El 16 de septiembre de 2017 fue su inauguración, el 21 de abril de este año acogió su primera final, la Copa del Rey entre Barcelona y Sevilla, y el 1 de junio de 2019 será su puesta de gala: acoger la final de la 64º edición de la Champions. Siendo sinceros el Atlético tiene como objetivo de la temporada la Champions en el Wanda Metropolitano. Ganar la máxima competición de clubes en su estadio, tras tres finales perdidas, sería la apoteosis.


Sólo 22 equipos han conseguido en su historia levantar el trofeo en alguna ocasión. Ganar la Copa de Europa no es tan fácil como parece aunque tras ver los tres últimos títulos consecutivos del Real Madrid parezca lo contrario. Hay que tener una buena materia prima (plantilla), con una pizca de suerte, aliñada con talento y tener la experiencia necesaria para dar el máximo en los momentos clave. Receta que no a todos los equipos les ha salido redonda. Si a eso le añades la presión de jugar la final en tu propio estadio, la ecuación se complica.

Porque jugar la final de la Copa de Europa en su estadio es una losa que muy pocos equipos han podido sostener en la historia de la competición. Y una vez que estás en la ansiada final hay que saber aguantar la presión, templar los nervios y que la ansiedad no se apodere de tus fuerzas.

Real Madrid, Inter de Milán, Roma y Bayern Múnich han sido los únicos equipos que lo han conseguido y de éstos, sólo el Real Madrid en 1957 ante la Fiorentina (2-0) y el Inter de Milán en 1965 ante el Benfica (1-0) han triunfado en casa. Los otros dos cosecharon decepciones. En 1984, el Roma cayó ante el Liverpool en los penaltis (1-1). De la misma trágica manera perdió el Bayern Múnich en 2012 ante el Chelsea, tras el 1-1 del tiempo reglamentario. Sólo cuatro conjuntos en 63 temporadas es un bagaje muy bajo. Si añadimos que en territorio español se han disputado las finales de 1957, 1969, 1980, 1989, 1999 y 2010 y sólo en la primera hubo un equipo español (el Real Madrid), las estadísticas no son muy halagüeñas para el Atleti.

Son muchos los equipos que se han quedado con la miel en los labios y no pudieron acceder a la final de su casa. El primero, y el caso más recordado, fue el Real Madrid en 1980, que perdió en semifinales ante el Hamburgo. Tras el esperanzador 2-0 en el Bernabéu de la ida, llegó un desastroso 5-1 en Alemania que dejó a los blancos sin su final. También estuvo cerca el Manchester United en 2003 pero no pudo pasar el escollo de cuartos de final.

No sólo es difícil triunfar en casa sino también hacerlo en tu país. Seis finales en territorio español y sólo el Real Madrid consiguió llegar al último partido, en la citada de 1957. Hay tres equipos que han logrado el éxito en un estadio ubicado en su mismo país. El Manchester United en 1968 venció al Benfica en Wembley (4-1); el Ajax, en 1972, doblegó al Inter de Milán (2-0) en Rotterdam y en 1978, el Liverpool que ganó al Brujas (1-0) también en el estadio londinense de Wembley.

Entre el 30 de abril y el 1 de mayo el Atleti sabrá si es capaz de romper el maleficio y de momento jugar la final de la Champions en su propio estadio, en su casa, en su hogar. Las estadísticas están para romperlas.

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