La UE y la OTAN exigen a Rusia que asuma su responsabilidad sobre el vuelo MH17 derribado

Moscú rechaza el informe que le implica en la catástrofe aérea en la que murieron 298 personas en 2014

Isabel Ferrer
Lucía Abellán
La Haya / Bruselas, El País
Las revelaciones de un episodio clave de la guerra de Ucrania reavivan el malestar entre Europa y Rusia. La Unión Europea y la OTAN han exigido este viernes a Rusia responsabilidades por el derribo del avión MH17, un episodio de la guerra de Ucrania que costó la vida a sus 298 ocupantes en julio de 2014. El mensaje llega un día después de que la comisión que investiga la catástrofe aérea hiciese público que fue una lanzadera perteneciente a una unidad militar rusa la que trasladó hasta la localidad ucrania de Donetsk el misil que derribó el avión de las líneas aéreas malasias, que cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur. Rusia niega toda responsabilidad en lo ocurrido y apunta a Ucrania.


Casi cuatro años después de la tragedia aérea, los hechos comienzan a esclarecerse. "La Unión Europea hace un llamamiento a la Federación de Rusia para que acepte su responsabilidad y coopere plenamente", ha reclamado la alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini. La jefa de la diplomacia europea, que se reunió en Bruselas este viernes con el primer ministro ucranio, Volodymyr Groysman, mostró "apoyo pleno" a la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que exige explicaciones a los responsables del derribo de aquel avión.

Este oscuro capítulo del conflicto en Ucrania, que desde 2014 enfrenta a las autoridades de este país con los separatistas prorrusos del Este, constituye el impacto más directo que ha tenido esa guerra en suelo europeo. La gran mayoría de los ocupantes del vuelo eran holandeses. Aunque la diplomacia comunitaria respalda la hipótesis de que el misil no se lanzara deliberadamente contra el avión comercial, el episodio propició la respuesta más enérgica que otorgó Bruselas a la implicación rusa en la contienda ucrania. Solo unos días después del ataque, a finales de julio de 2014, la UE aplicó las primeras sanciones económicas a Rusia, que siguen en vigor.

Con un tono y un mensaje muy similares al europeo, la Alianza Atlántica ha recalcado que los responsables de la tragedia "deben rendir cuentas". "La OTAN ha expresado repetidamente su apoyo a los esfuerzos llevados a cabo por las autoridades holandesas para sacar a la luz lo que ocurrió ese terrible día", ha resaltado en un comunicado el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

La reclamación de estas dos organizaciones se suma a las del Gobierno de Alemania y a los de Holanda y Australia —países de donde procedían la mayoría de los pasajeros—, que atribuyen a Rusia la responsabilidad de la catástrofe. “Esperamos que las autoridades rusas asuman su responsabilidad, y colaboren en la búsqueda de los causantes para hacer justicia para con las víctimas y sus familias”, ha dicho este viernes Stef Blok, ministro holandés de Exteriores.

También Reino Unido ha exigido este viernes al Kremlin que responda por sus acciones. "El Kremlin cree que puede actuar con impunidad", criticó el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, en un comunicado. "Este es un ejemplo atroz de la indiferencia del Kremlin por las vidas inocentes", agregó Johnson. La respuesta británica, más subida de tono que el resto, refleja el malestar de Londres por el envenenamiento del exespía ruso residente en Reino Unido, Serguéi Skripal, y de su hija Yulia, del que las autoridades británicas culpan a las rusas.

Al contrario que en el caso de Skripal, Bruselas contempla que el derribo del avión malasio fuese una equivocación (que los atacantes creyeran estar destruyendo un aparato militar del ejército ucranio). Queda por discernir si los autores fueron rebeldes ucranios del Este o militares rusos.
Rechazo de Moscú

Rusia rechaza el informe de la comisión internacional. El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, ha destacado que, tras hablar por teléfono con su homólogo holandés, este no le ha presentado "ningún hecho" que permita culpar a Rusia de la catástrofe. Lavrov ha acusado a Holanda de "especular con fines políticos".

Lavrov alegó que "Rusia colabora más que nadie con el equipo de investigación", y señaló que durante la conversación telefónica con Blok le recordó que Moscú "remitió mucha información técnica, incluidas las lecturas de los radares que estaban operativos el día de la tragedia" cerca del lugar del siniestro. "Hemos respondido a todos los requerimientos de respaldo jurídico de la Fiscalía holandesa", agregó.

El jefe de la diplomacia rusa trazó un paralelismo entre las acusaciones de Holanda y Australia y el reciente caso del exespía ruso Skripal. "Esto recuerda mucho al caso Skripal, cuando [los británicos] dijeron que con 'alta probabilidad' fueron los rusos, pero Scotland Yard enseguida informó de que la investigación continúa y de que llevará tiempo", apuntó Lavrov.

Además, este viernes, un grupo de 270 familiares de víctimas del avión derribado en el este de Ucrania anunció que demandará a Rusia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, con sede en Estrasburgo.

Al informe hecho público ayer jueves se añade que este viernes, el proyecto de investigación periodística Bellingcat desvelaba que “Oleg Ivannikov, alias Orion, es el oficial ruso implicado en el transporte de la lanzadera”. También aseguró que los datos del militar han sido remitidos a la comisión investigadora encargada de examinar lo ocurrido. Según Bellingcat, Ivannikov “es uno de los dos militares de alto rango investigados por la comisión, y formó parte del Ejército ruso al menos hasta septiembre pasado”. El otro presunto implicado en la tragedia del MH17 “es el coronel Tkatsjov”, reconocido en las conversaciones interceptadas por los periodistas de investigación, “gracias al timbre agudo de su voz”. Bellingcat ha admitido que sus pruebas son circunstanciales, aunque las ha remitido a la comisión. “Se las mandamos y nos dieron las gracias. Hacen sus propias averiguaciones, como es lógico”.

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