Estados Unidos vuelve a poner la mira en los vínculos de Hezbollah con el narcotráfico en América Latina

El fiscal general, Jeff Sessions, anunció la puesta en marcha de un nuevo equipo de trabajo que reflotará las investigaciones del Proyecto Cassandra, abandonado en la era Obama

George Chaya
Infobae
El fiscal general Jeff Sessions ha sido el escogido por la administración Trump para reflotar un programa nuevo y superador del antiguo "Proyecto Cassandra" para la luchar contra el crimen organizado, las drogas y el terrorismo. La administración Obama había congelado el proyecto en su momento para no irritar a Irán y de ese modo firmar el acuerdo nuclear con el régimen islámico. El fiscal Sessions ha declarado sentirse respaldado como nunca antes y estar focalizado en ir hasta el hueso contra el crimen organizado. Según dijo, "el primer objetivo será Hezbollah en América Latina".


En un informe que ha emitido la semana pasada la administración estadounidense anunció la creación de un nuevo equipo de trabajo en el Departamento de Justicia que combatirá al financiamiento del Narcoterrorismo: sus primeras medidas serán neutralizar la presencia de elementos de Hezbollah. Sessions declaró que "no escatimarán esfuerzos para eliminar la amenaza de organizaciones terroristas dentro de Estados Unidos y América Latina. El objetivo es frenar la devastación social que genera el trafico de drogas, el lavado de dinero y otros crímenes conexos con los que se financian los terroristas", dijo el fiscal general.

Según el diario árabe As-Sharq al-Awsat, "varias líneas de investigación del Departamento de Justicia se encuentran en América Latina". Los informes sostienen que en las últimas tres décadas, Hezbollah, el principal brazo terrorista global de Irán, se ha vuelto mucho más poderoso y rico en Sudamérica, y ello es perfectamente observable en Venezuela, pero también en Bolivia, Brasil, Paraguay, Panamá y otros países de la región.

Las redes de Hezbollah se basan en el narcotráfico, el lavado de activos y el terror, la organización islamista utiliza la vasta comunidad de inmigrantes de países árabes para traficar drogas como la cocaína, mientras que el lavado de dinero en el mercado negro lo realizan con la venta de automóviles a África y el contrabando de cigarrillos en varios países latinoamericanos.

El vicepresidente venezolano, Tareck El-Aissami, un joven chavista de origen árabe mantiene profundos lazos con la comunidad de expatriados, fue sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en febrero pasado y esta designado como "narcotraficante comprobado". El-Aissami ha sido acusado de crear una red ilegal que envía fondos ilícitos y drogas de América Latina a Oriente Medio y de recibir cobijar y canalizar combatientes extranjeros y elementos de países sudamericanos convertidos al islam.

Según el Departamento de Justicia estadounidense, con el apoyo de socios con poder político como el vicepresidente de Venezuela, Hezbollah ha organizado y realiza libremente una actividad ilícita estimada en 1000 millones de dólares al año en América Latina. La organización opera utilizando el sistema de correos desde donde envía el dinero de limosna anual, financiando así el terrorismo en lugares como Siria y Yemen.

Es una crisis que se ha estado construyendo durante años, dijo el fiscal Sessions. En 2008, la Agencia de Estados Unidos para el Control de Drogas (DEA) creó el "Proyecto Cassandra" para neutralizar a Hezbollah a nivel mundial. Recientemente, en febrero de 2016, la agencia emitió un comunicado de prensa titulado: "La DEA y las autoridades europeas descubren una estructura de envergadura para el lavado de dinero y el trafico de drogas de Hezbollah con siete países involucrados en el flujo de dinero para la organización terrorista". Sin embargo, según declaraciones de algunos funcionarios de la anterior administración, Estados Unidos retrocedió y congeló las actividades contra Hezbollah porque Obama dio prioridad a la firma del acuerdo nuclear con Irán.

Katherine Bauer, ex funcionaria del Tesoro de EEUU testificó ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara en febrero pasado y declaró que las investigaciones sobre Hezbollah durante la era Obama "fueron congeladas por el propio ex presidente por temor a poner en peligro el acuerdo nuclear con los iraníes".

Según Bauer, a cambio de la firma del acuerdo con Irán, que solamente ralentizó y no detuvo la carrera hacia las armas nucleares por parte de Teherán, Obama ordenó dejar de lado la investigación sobre Hezbollah en la venta de drogas y la recaudación de dinero para sus operaciones terroristas. Bauer agregó que el ex presidente sabía que el programa nuclear de Irán no era su única amenaza ya que desde la Revolución Islámica de 1979, el objetivo del régimen es "difundir el Islam revolucionario" dirigido a aquellos que se consideran un obstáculo en su avance, como Estados Unidos, Israel y las potencias musulmanas suníes rivales como Arabia Saudita y los Estados del Golfo. Sin embargo, la ex funcionaria ratificó que la decisión de Obama fue la de cancelar el proyecto Cassandra.

Era imposible que el ex presidente estadounidense desconociera que Hezbollah, también conocido como Partido de Dios, es un partido político-militar chiíta que comparte la visión de Irán y que fue designado hace mas de 20 por Estados Unidos como una organización terrorista que ha realizado ataques tanto dentro como fuera de Oriente Medio y que mas estadounidenses asesinó, asevero Bauer.

Los ataques terroristas más mortíferos de Hezbollah en el hemisferio Occidental fueron los bombardeos contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y la Embajada de Israel en Buenos Aires, a principios de la década de 1990. Según investigadores argentinos, supuestamente fue una revancha para las maniobras detrás del escenario del ex presidente argentino, Carlos Menem, para evitar que Argentina comparta la tecnología nuclear con los khomeinistas. El fiscal jefe de la investigación, Alberto Nisman, fue asesinado en enero de 2015, pocas horas después de dar a conocer un informe condenatorio sobre el papel de funcionarios del gobierno argentino y militantes pro-iraníes locales en encubrir las implicancias iraníes en los ataques.

Según un informe del Centro para una Sociedad Libre y Segura (SFS por sus siglas en ingles), Irán inició una estrategia diplomática de doble vía durante el mandato del ex presidente Obama para encubrir su papel en los ataques de Argentina y así alcanzar el Acuerdo nuclear P5 + 1. El informe también sugiere que el Fiscal Nisman fue asesinado porque intensificó sus esfuerzos durante el apogeo de las negociaciones nucleares de Irán. Sobre esta investigación el mes pasado, la ex presidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner fue acusada y procesada por la justicia argentina junto a su ex canciller Héctor Timerman y varias personas más por encubrimiento agravado y se espera la fecha de su juicio oral por ese escándalo.

"El historial terrorista de Irán es amplio, profundo y complejo en América Latina y se lo ve vinculado inexorablemente con Hezbollah, su brazo armado ejecutor, cuyo poder terrorista y sus actividades criminales transnacionales serán investigadas constante y profundamente, ya no podrán operar libremente porque estaremos sobre ellos", culminó el fiscal general Jeff Sessions.

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