El PC4, de una villa de disciplina a ciudadela de poder y crimen

Ese sector fue el primero en edificarse en la prisión cruceña, ahí reinaba la buena relación entre presos. Con los años se convirtió en un feudo peligroso.

Daniela Romero / La Paz
En el sector PC4 de Palmasola la vida de los presos costaba entre 1.000 y 1.500 dólares, cada uno de los pabellones tenía un “dueño”, quien se encargaba de extorsionar a los demás reclusos para generar sus propias ganancias y con ese poder afianzar el “feudo” más peligroso del penal, encabezado por Víctor Hugo Escóbar Orellana, alias Oti.


El sector, que alguna vez fue una villa de convivencia y disciplina, se convirtió en el más denso de la cárcel de Palmasola, que desde hace mucho tiempo hasta este miércoles había sobrepasado el control de la Policía.

Así lo entiende el exdirector de Régimen Penitenciario Ramiro Llanos. “En el PC4 se hicieron las primeras celdas de Palmasola, comenzó ahí, poco a poco creció y se convirtió en un pequeño pueblo de buena relación entre presos y disciplina”.

Pero con el tiempo tiendas, restaurantes, cabinas telefónicas, salas de billar y otros negocios comenzaron a llenar el sector; hubo grupos que aprovecharon para extorsionar bajo amenazas y sacar comisiones a otros presos a cambio de dejarles en paz y no hacerles daño.

Esta forma de aplacar al resto de la población carcelaria se hizo una costumbre y surgieron cabecillas o “regentes”, como ellos se llaman, que comenzaron a atemorizar y provocar pugnas a muerte por copar el poder pleno.

El PC4 alberga a 4.303 reclusos varones, de un total de 5.716 privados de libertad en Palmasola, mujeres incluidas.

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, afirmó el viernes que 10 presos que estaban en el sector de castigo El Bote denunciaron ante Régimen Penitenciario que eran amenazados de muerte por el grupo de Oti. Ésta fue, según la autoridad, una de las razones por las cuales se hizo el operativo del miércoles. Estos reclusos fueron enviados a los penales de Morros Blancos, en Tarija, y Cantumarca, en Potosí.

“Los reos ejercitaban un poder tiránico, preparaban un nuevo motín armado y fuga masiva, existía una estructura criminal preparada para enfrentar a la Policía Boliviana”, aseguró.

Llanos describe que el PC4 es como un barrio grande, donde hay tiendas, saunas, restaurantes y las visitas de familiares se pagan. Además se cobra por alquileres, anticréticos y venta de las celdas.

También hay alojamientos cuyas habitaciones están a disposición de los presos que no tienen celdas propias ni tienen dónde dormir. En este rubro, según Llanos, los presos hacen el negocio de servicios como la limpieza de las celdas. “Si alguien no quiere limpiar las habitaciones y como tiene que estar limpio, los privados de libertad pagan por el aseo de las mismas”, explica.

En todos estos años los presos tomaron el control del PC4, Romero reveló que esta “ciudadela” no era una taza de leche. Había lugares a los que incluso no tenía acceso la Policía y otros donde los cabecillas escondían armas de fuego. Se conoció también que reos recibían brutales golpizas.

Pero la realidad del PC4 era distinta hace unos 15 años. Se construía con el esfuerzo de los mismos internos, éstos estaban en régimen abierto porque no eran de peligrosidad, por lo que tenían la posibilidad de convivir en los diferentes patios, canchas y habitaciones comunes.



Las celdas estaban abiertas y se distribuían en dos pisos de la infraestructura principal. Para subir a la segunda planta ellos mismos fabricaron escaleras de fierro o de otros materiales, según un reportaje de una red internacional hecho en 2003.

Lejos de su comodidad de “regente” y con todos los presos a sus pies por miedo o por convicción, el jueves Oti fue trasladado de su “feudo” en Palmasola al penal de máxima seguridad de Chonchocoro. Todo acabó, la Policía tomó el control del PC4 en el que edificará más muros y vigilará de cerca. El “rey” ha caído.

Palmasola en cifras

Población El penal de Palmasola, ubicado en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, tiene 5.716 privados de libertad, entre mujeres y varones, según un reporte actualizado que dio el comandante de la Policía, Faustino Mendoza.
Pabellones El sector PC4, de régimen abierto, alberga a la gran mayoría de los presos varones, hay un total de 4.303. En el PC3, de régimen cerrado, hay 479 reclusos; en el PC3 B hay 295, quienes cuentan con más vigilancia; en el PC5 viven 55 presos y en el PC7 hay 175 reclusos; y en el PC2, sector de mujeres, hay 399 internas.

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