De 9 no Tevez

Desde lo teórico, Carlitos empezó el partido como centrodelantero; desde lo empírico nunca lo fue. Guillermo lo ubicó ahí porque para Wanchope jugar dos encuentros en cinco días iba a ser demasiado, pero a mediados del segundo tiempo no le quedó otra que meterlo: el Apache no estaba cómodo de 9.

Emiliano Sotomayor @emisotomayor
esotomayor@ole.com.ar
Pruebas. De eso se tratan los amistosos de verano. Es cierto que a River hay que ganarle siempre pero eso no quita que para el técnico siga siendo un partido de preparación de cara a lo que verdaderamente importa: el campeonato, la Copa Libertadores o cualquier competencia oficial de la que Boca sea participante. Tal vez sea por eso que Guillermo Barros Schelotto haya decidido poner a Tevez de 9 en el superclásico. Teniendo en cuenta que para Wanchope jugar dos partidos en cinco días iba a ser demasiado (venía de un desgarro) y que Bou anda falto de confianza, probar a Carlitos en esa posición era una enorme tentación.


"Puede jugar de nueve o detrás de él", había dicho el técnico en una de las conferencias de prensa que dio luego de que Tevez cerrara su regreso. En Mar del Plata no se notó. Es que si bien desde lo teórico Carlitos empezó el partido jugando como centrodelantero, desde lo empírico nunca lo fue. Ya en el comienzo quedó claro que no iba a ser el típico 9: siempre tirado atrás, se paró más de Pablo Pérez que de Wanchope, empujando al mellizo a realizar una variante que lo ayudara a sortear esa incomodidad.


Así fue que a los 17' de la segunda mitad Guillermo mandó a la cancha a Abila, lo puso de punta y armó el 4-2-3-1 que mejor le sienta a Carlitos, que igual no tuvo un gran partido.

Pese a la derrota, con Tevez en el área a Boca el balance le da favorable: en total jugó 12 partidos, ganó cinco, empató cinco y perdió dos, contando el de esta noche.

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