La huella silenciosa de Ricardo Gareca en Perú

Lima, AS
Ricardo Gareca asumió los mandos de la selección peruana en 2015 y a partir de ahí inició un viaje que culminó con la clasificación para el Mundial de Rusia.
Ricardo Gareca asumía en 2015 el mando de la selección peruana. Su tarea sería muy complicada: nada más ni nada menos que clasificar a Perú para un Mundial, algo que no pasaba desde 1982. Misión prácticamente imposible.



En su primer torneo internacional, la Copa América de 2015, Perú hizo una de las mejores participaciones de su historia. En dicha competición, el Tigre construyó la base de su equipo con Ballón y Lobatón en la base de la jugada, Cueva percutiendo continuamente por la izquierda, Farfán con libertad y Guerrero de '9' peleando absolutamente todo.

El partido de Paolo Guerrero, por ejemplo, frente a la selección brasileña fue una locura. Se pegó con los centrales de Brasil, Miranda y David Luiz, los 90 minutos de juego. Una exhibición.

Christian Cueva, a sus 23 años, se destaparía como un jugador de mayor nivel del que se creía. Lideró al equipo en muchas fases de los partidos de aquel torneo y fue un peligro constante por el costado izquierdo. Uno de los mayores aportes de Gareca a esta selección: los minutos y la confianza al trujillano.

En la Copa América de 2015 los peruanos terminarían como terceros, un puesto totalmente histórico para ellos. Muchos pensaban que pudo incluso haber optado al título, pero una semifinal con tintes épicos frente a Chile les dejó fuera.

Un año más tarde llegó la Copa América Centenario. En Estados Unidos no perdió ningún partido el combinado nacional peruano y fue primero pese a quedar encuadrado con Brasil en el mismo grupo. Solo los penaltis en el MetLife Stadium frente Colombia pudieron apear a los de Gareca del torneo.

Antes de esa Copa América, el equipo en Eliminatorias Sudamericanas era un desastre. Perú estaba en el octavo puesto de la tabla, había ganado solo un partido (frente a Paraguay en casa), encajado 12 goles y convertido tan solo 5. Pero algo cambió después.

La segunda victoria en Eliminatorias para el Mundial 2018 llega el 1 de septiembre de 2016. Casi un año después de que arrancara el proceso para estar en Rusia. A partir de ese partido se vió a una selección peruana que vendía más cara su derrota. De hecho, desde septiembre de 2016 hasta octubre de 2017, solo probó el amargo sabor de la derrota en dos ocasiones: en Santiago de Chile frente al doble campeón de América y en Lima ante la todopoderosa Brasil de Tite.

Paolo Guerrero dijo después de ese partido ante los brasileños que “Trabajar con el profesor es extraordinario. Me enorgullece trabajar con él porque es una gran persona y un gran técnico. Entiende mucho al jugador, le da confianza y nos motiva mucho. Ha cambiado el pensamiento del futbolista peruano. Hoy veo a mi selección diferente, corriendo y peleando por el balón hasta el último minuto”.

Efectivamente, Perú era algo diferente. Desde ese mencionado traspié, no ha vuelto a perder en choque oficial: 6 victorias y cuatro empates.

Lo destacable de toda esta fase de clasificación es que Perú, en la jornada 14 estaba fuera de cualquier puesto que diese acceso para clasificarse al Mundial. Pero a partir de ahí, a cuatro fechas para que finalizaran las Eliminatorias, encadenó tres triunfos consecutivos ante Uruguay, Bolivia y Ecuador para asentarse en puestos que dieran un billete para Rusia.

Ahora el 'Tigre', que descartó dirigir a la revelación del Mundial 2014, Costa Rica, para hacerse con las riendas de la selección absoluta peruana, recoge los frutos de unos años de trabajo más que eficaz.

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