Sale de la cárcel en libertad condicional el ex primer ministro israelí Olmert

El político centrista fue condenado por corrupción urbanística en su etapa como alcalde de Jerusalén

Juan Carlos Sanz
Jerusalén, El País
Escoltado por el servicio secreto, el ex primer ministro israelí Ehud Olmert, de 71 años, ha salido de la cárcel en libertad condicional poco después del amanecer de este domingo, tras haber cumplido las dos terceras partes de una condena por corrupción a 27 meses de prisión. El primer jefe de Gobierno encarcelado en la historia del Estado hebreo ocupó el cargo entre 2006 y 2009, después de una larga trayectoria como político de centroderecha que le condujo a la alcaldía de Jerusalén durante más de una década y a varios puestos ministeriales.


Vestido con una camiseta y visiblemente envejecido, el exgobernante israelí abandonó el penal de Maasiyahu, próximo a su residencia en Tel Aviv, sin hacer declaraciones. Los responsables penitenciarios que aprobaron la excarcelación anticipada de Olmert aseguraron que el recluso había experimentado “un significativo proceso de rehabilitación” entre rejas. Tras más de seis años de proceso, el Tribunal Supremo de Israel ordenó su ingreso en prisión en febrero de 2016. Se vio forzado a dimitir a finales de 2008 al estallar varios escándalos de corrupción, pero no traspasó el poder a Benjamín Netanyahu hasta marzo del año siguiente, después de la celebración de unas elecciones.

Olmert tuvo que lidiar al principio de su mandato con la llamada segunda guerra de Líbano, en el verano de 2006, y lo concluyó con la primera guerra de Gaza, conocida también como Operación Plomo Fundido, entre los meses de diciembre de 2008 y enero de 2009. Tras la Conferencia de Annapolis (EE UU, 2007), intentó avanzar en las negociaciones con los dirigentes palestinos para el establecimiento de la solución de los dos Estados, en las que su Gobierno llegó a ofrecer la retirada de Israel de gran parte del territorio ocupado en Cisjordania.

El entonces primer ministro fue investigado por haber recibido supuestas comisiones ilegales durante su etapa como alcalde de Jerusalén (1992-2003) para recalificar el proyecto Holyland, una promoción de viviendas de lujo en la Ciudad Santa que se convirtió en emblema del pelotazo urbanístico en Israel. La muerte de uno de los testigos clave en la causa motivó que la condena inicial a seis años de cárcel dictada por un juzgado de Tel Aviv fuera reducida tras la apelación al Supremo, que también confirmó otra condena menor en su contra por financiación electoral ilegal.

"Nunca se me ofreció ni acepté un soborno, pero respeto la sentencia, nadie está por encima de la ley", dijo Olmert tras conocer el fallo definitivo. Antes de entrar en política fue un renombrado abogado en el mundo de los negocios. Cobró fama como diputado del partido Likud (derecha) al frente de una campaña contra el crimen organizado. Posteriormente se incorporó al partido Kadima (centroderecha), fundado por Ariel Sharon.

En la misma penitenciaría de la que ha salido este domingo Ehud Olmert fue internado también el expresidente israelí Moshe Katsav, condenado por violación y delitos sexuales, quien fue excarcelado en diciembre del año pasado tras haber cumplido cinco de los siete años de privación de libertad a los que fue sentenciado. Al igual que el ex primer ministro, el antiguo jefe de Estado ocupó una galería del penal aislado del resto de los reclusos, bajo la vigilancia del Shin Bet (servicio secreto interior) por razones de seguridad nacional.

La policía registró hace un mes las oficinas de la editorial del diario Yediot Aharonot para incautarse del manuscrito de un capítulo de las memorias de Olmert que había logrado sacar de prisión sin pasar por la censura oficial. Los investigadores temen que el texto escrito en la celda por el ex jefe de Gobierno israelí pueda contener secretos de Estado.

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