El chavismo elige hoy una cuestionada Constituyente para aferrarse al poder

Los votantes consagrarán a los miembros de la Asamblea que debe reformar la Carta Magna. La oposición saldrá a las calles en rechazo a la iniciativa de Maduro.

Clarín
El régimen venezolano se lanza hoy a una dramática elección de constituyentes con resultado asegurado que amenaza profundizar a extremos no conocidos el sesgo autoritario del experimento chavista. Será durante una jornada imprevisible por la decisión de la oposición de lanzarse a las calles en una movilización masiva de repudio que el gobierno de Nicolás Maduro ha advertido que no permitirá.


La votación en centros ya alistados y protegidos por uniformados armados, elegirá a 545 integrantes de una Asamblea Constituyente plenipotenciaria con autoridad para disolver el Parlamento dominado por la disidencia, anular la inmunidad de los legisladores y congelar las elecciones de alcaldes y gobernadores pendientes. No hay postulantes de partidos políticos en esa estructura en la que los candidatos fueron elegidos entre fieles oficialistas. Versiones no confirmadas especulan que su presidente probable será Diosdado Cabello, el segundo hombre más poderoso del país.

La gente temerosa abarrotó las ultimas horas los almacenes para proveerse de los pocos víveres a la venta ante lo que advierten como una emergencia única.

En un país con censura casi total, la preocupación aquí es que el nuevo aparato del chavismo avance sobre la dirigencia política, conculque aún más las libertades civiles y elimine cualquier posibilidad de autoridad alternativa. Todo ello con un ropaje de presunta legalidad aunque la cita electoral se ha hecho violando un puñado de artículos de la actual Carta Magna y con procedimientos que garantizan que la Asamblea será de obediencia vertical al gobierno.

Según la consultora Datanálisis supera el 70% el rechazo nacional a esta maniobra que la alianza Mesa de Unidad Democrática ha venido denunciando como un mecanismo sólo destinado a garantizar la perpetuación del asediado régimen chavista y la consumación de una dictadura. Un anticipo de esa deriva se advirtió el viernes cuando medio centenar de agentes del Servicio Bolivariano de Inteligencia, el temido Sebin, equiparado aquí con la Dina pinochetista, arrestó al opositor Alfredo Ramos, alcalde del municipio de Iribarren del Estado Lara, por no acatar un fallo de la Corte Suprema que le ordenaba evitar las barricadas y cortes de calles en su jurisdicción.

"Pueblo de Venezuela el llamado es a que mañana, con determinación y coraje que nadie participe en ese fraude", anunció Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento y uno de los dirigentes de la alianza disidente. Esa coalición, con dosis de desconcierto, ha ido variando en las últimas horas su estrategia después de que el gobierno anunció el jueves pasado que prohibía taxativamente cualquier movilización que afectara el desarrollo del comicio con penas de hasta diez años de cárcel para quien violara esa orden.

La estrategia inicial era una gran movilización el pasado viernes que fue desactivada y en su lugar se dispuso el bloqueo por 72 horas de todas las calles y avenidas de las ciudades del país. La medida fue luego levantada durante el sábado y la última decisión fue volver hoy a los piquetes callejeros en avenidas centrales y convocar nuevamente a una gran marcha este domingo. En Caracas será en la autopista Francisco Fajardo en cercanías de la céntrica Plaza Altamira y en abierto desafío a la prohibición gubernamental.

La oposición que asegura que no saboteará la elección, pidió sí a la gente “evitar el choque pueblo contra pueblo". Y otros dirigentes como el diputado Luis Florido, presidente de la Comisión de Exteriores del Congreso, pidió a los gobiernos extranjeros que desconozcan a la Asamblea Constituyente rechazada en un plebiscito por 7,6 millones de venezolanos. "Que el régimen no pueda suscribir contratos, ni empréstitos, que no pueda endeudarse a través de bonos, que la Constituyente no le sirva para absolutamente nada", reclamó.

Después de casi cuatro meses de rebelión callejera que dejó alrededor de 110 muertos según cálculos conservadores, la disidencia no pudo frenar la maniobra de Maduro que cuenta con el apoyo de las jerarquías militares a las que ha beneficiado con múltiples privilegios entre ellos económicos.

El presidente desconoció las presiones internas e internacionales y creo con este dramático escape hacia adelante una tensión tal que llevó a que la embajada de EE.UU. ordenará sacar a sus diplomáticos del país y la de Canadá recomendara a sus ciudadanos abandonar Venezuela con urgencia. El gobierno mexicano, a su vez, pidió evitar viajar a la nación caribeña. Más de una decena de aerolíneas cancelaron sus vuelos desde y hacia Caracas. La última fue Avianca y Delta lo hará en los próximos días. Air France los suspendió desde el domingo hasta el martes e Iberia hasta el miércoles.

El enojo popular por lo que sucede lo sintetizó ayer con tono de furia la ex Miss Mundo Venezolana, Pilin León en una carta pública dirigida al jefe de Estado. “¿Cómo me dirijo a una persona que usurpa el cargo de presidente de mi país natal? ¿Cómo te digo Nicolás, que eres la consecuencia de la peor catástrofe política que le ha pasado a Venezuela?", escribió.

Maduro acusa a la oposición de intentar un golpe de Estado y su actitud ha sido todo el tiempo desafiante. Acaba de condecorar a 13 altos funcionarios de su régimen que fueron sancionados por EE.UU., incluida la jefa de jefa del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena que amparó todo este proceso constituyente.

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