El nuevo ciclo del Real Madrid

Asensio, que marcó en el primer y el último partido del año, encarna el futuro de un Madrid que mezlca su talento y el de Isco con la veteranía y experiencia de Ramos y Cristiano

Eleonora Giovio
Madrid, El País
El 9 de agosto en Trondheim arrancó la temporada del Real Madrid con la Supercopa. El primer gol de la campaña que echaba a andar lo marcó Marco Asensio. Zidane le llamó a su habitación la noche anterior para decirle que sería titular. El mallorquín durmió tan profundamente que por la mañana un empleado de seguridad tuvo que ir a despertarle para que no llegara tarde a la sesión de estiramientos. El sábado, en Cardiff, terminó la temporada del Madrid bajo la cubierta del Millennium Stadium y con los hinchas de la Juve abandonando el estadio antes del pitido final. El último gol de la noche y de la campaña llena de títulos (cuatro) lo marcó Asensio.


Ese recorrido entre Noruega y Gales con el mallorquín escribiendo prólogo y final tiene mucho de simbólico porque es el jugador que encarna el futuro de este Madrid. Un equipo que en el club ven con todas las condiciones para alargar el ciclo. "Tenemos un equipazo para dominar durante años", se atrevió a decir Modric en la celebración. El grupo cuenta con una media de edad de 25,7 años (dos menos que Barça y Atlético) que mezcla la experiencia y veteranía de Ramos, Cristiano y Modric, con el trabajo de Casemiro y la chispa de Marcelo, con la finura de Kroos y Benzema y el talento y la juventud de Varane, Carvajal, Isco y Asensio... “Es el mejor fichaje que se ha hecho”, confesaba un directivo del Madrid el viernes por la noche en el hotel de concentración del equipo, mientras se paseaban viejas glorias como Figo y mientras a otras, como a McManaman, los vigilantes no las reconocían y les pedían la documentación para acceder.

Asensio le costó al Madrid 3,5 millones. Hoy su valor es infinitamente superior. Talentoso desde que era chiquitín, ha pegado un estirón bajó las ordenes de Zidane. Ha aprendido lo que es no poder jugar siempre y tener que sentarse en la grada. Pero ha tenido su premio. Igual que Isco, que hasta hace algunos meses no tenía claro si renovar porque no se sentía protagonista y que el sábado aseguró que no hay sitio mejor para estar y para jugar que el Madrid. El malagueño ha sido fundamental en el último mes y medio con sus goles y asistencias. A él y a Asensio se les ve siempre bromear juntos. Se reían a carcajadas el sábado cuando vieron a Kiko Casilla robar el cartelón del cuarto árbitro y levantarlo con el número 12. Las doce Copas de Europa del Madrid.

En Cardiff ganaron la tercera en cuatro años. Es la mejor racha de un equipo europeo en los últimos 40 años, desde el Bayern en la 74-76. “El secreto es que entre ellos se llevan de puta madre, es tremenda la conexión que tienen entre todos. Detrás de eso hay mucho trabajo”, explicaba Zidane el sábado. El trabajo ha consistido en hacerles sentir a todos importantes, en hacerles ver que cada uno aportaría su granito de arena. Y los hechos demuestran que a lo largo de la temporada ha habido un momento para todos.

Más que un Madrid de individualidades ha sido un Madrid de mosqueteros cuya plantilla apenas necesita retoques. Cuenta en la zaga con el carácter de Ramos, el empuje de los laterales, la polivalencia de Nacho y la sobriedad de Varane. En el centro del campo, Kovacic ha demostrado que puede dar descanso a Modric y Kroos. Isco puede jugar de enganche o de externo en un 4-4-2; igual que Lucas y Asensio. Este último, además, no ha sufrido miedo escénico ni en escenarios como el Allianz. Los centrocampistas de Zidane ofrecen fiabilidad en diferentes posiciones y esquemas. Algo que ha demostrado ser clave este año.

Arriba Cristiano, que con 32 años, se ha dado cuenta de que acertó en escuchar a Zidane. Le dijo el técnico que había llegado el momento de renunciar a algún que otro partido para evitar desgastarse antes de tiempo. En los dos últimos meses de competición, a los que siempre llegaba en apnea, ha marcado 16 de sus 42 goles. “Eres el mejor”, le dijo el técnico al oído durante las celebraciones. “La gestión del míster y la de los fichajes está siendo fantástica. Tenemos una plantilla joven que durará muchos años”, aseguraba Carvajal. A ella se unirá Theo Hernández al que sólo le queda firmar el contrato después de haber pasado ya el reconocimiento médico.
Cuatro salidas

Florentino Pérez, que calificó al equipo de “orquesta”, lleva meses repitiendo que nunca había visto una plantilla tan unida y dijo que si por él fuera se quedarían todos. De este grupo con el que Zidane quiere abrir un ciclo, se marcharán cuatro. Pepe termina contrato. A Coentrão, que ha jugado 297 minutos, le buscarán una salida. James, decepcionado por haber perdido peso, se despidió del Bernabéu con un emotivo aplauso en el último partido del Madrid en casa. En el club creen que es imposible retenerle porque ha perdido ganas e ilusión. Morata, que desmintió que se marcharía al Milan, también busca protagonismo y escuchará ofertas.

Zidane advirtió en Cardiff de que la temporada que viene será aún más difícil. Puede contar, sin embargo, en el desparpajo de los más jóvenes y con la veteranía Sergio Ramos, el encargado de darle al botón del reset antes de cada final.

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