Manchester City y Liverpool dejan al Arsenal sin jugar la Champions por primera vez en 19 años

El equipo de Guardiola golea al Watford y accede a la fase de grupos mientras el de Klopp deberá de jugar una eliminatoria previa tras acabar cuarto la Premier League

Juan L. Cudeiro
El País
Lo anhelaba el Liverpool, el equipo y hasta el amplio sector de la ciudad que late en rojo. Necesitaban volver a la Liga de Campeones, competición fetiche para un equipo que alberga en sus vitrinas cinco orejonas, más que nadie en las Islas. El Liverpool apenas la ha jugado una vez en los últimos ocho años. “Lo merecemos”, clamaba su técnico Jürgen Klopp antes del partido. Lo consiguieron por más que durante unos minutos de la última jornada dominical de la Premier League la tensión y la obligación les bloquease en su casa ante el descendido Middlesbrough, al que al final superaron con solvencia (3-0). El Liverpool disputará la eliminatoria previa porque el Manchester City no le dio opción a llegar a la tercera plaza. El equipo que dirige Pep Guardiola cerró la competición con una goleada en Watford (0-5) y estará en la fase de grupos de la máxima competición continental, a la que faltará por primera vez en 19 años el Arsenal, con el futuro de Arsène Wenger por decidir. Los gunners superaron al Everton (3-1), pero las noticias que llegaron desde Anfield les condenaron a un final de temporada que todavía pueden arreglar si superan al Chelsea en la final de Copa del próximo día 27.


El Tottenham culminó la temporada con un contundente triunfo (1-7) en casa del Hull, que regresa a la Championship. El partido sirvió para certificar el liderato de Harry Kane en la tabla de goleadores. 29 dianas ha logrado el delantero titular de la selección inglesa, siete de ellas en las dos últimas jornadas para adelantar a Romelu Lukaku, que acaba con 25 tantos tras el último que logró ante el Arsenal en el Emirates. Alexis Sánchez se quedó con 24 mientras Agüero y Diego Costa anotaron 20.

El Arsenal, tan criticado en los últimos tiempos, obligó a Liverpool y City hasta extremos nunca vistos en la Premier. Jamás un equipo se había quedado más abajo del cuarto puesto con 75 puntos. Con cuatro menos le bastó al equipo londinense para ser subcampeón hace un año. Wenger, que llegó al club el 1 de octubre de 1996, nunca había terminado una temporada más abajo del cuarto puesto, que en su primera campaña no valía el acceso a la Liga de Campeones. Al segundo intento ganó la Premier, con 78 puntos, entró entre los grandes de Europa y allí se mantuvo en tiempo de necesidad mientras debía pagar hipoteca. “Durante muchos años necesitábamos jugar la competición para mantener un nivel de ingresos que nos permitiese cambiar de Highbury a nuestra nueva casa. Ahora ya no es tan vital”, defiende el técnico alsaciano.

Pero el Arsenal apretó hasta el final por repetir en la Champions. El Liverpool noto la presión cuando antes de los diez minutos de partido ya sabía que tanto los londinenses como el City ya ganaban sus partidos. Tras pasarse casi toda la competición entre los cuatro primeros, el Liverpool llegó al final con la gasolina justa: sus tres últimos partidos en Anfield acabaron en fiasco, empató contra Bournemouth y Southampton y cayó ante al Crystal Palace. Empeñado en jugar por dentro, topó con un frontón hasta que en la última jugada de la primera parte el holandés Wijnaldum, un centrocampista llegador que el año pasado descendió con el Newcastle, resolvió una brillante doble pared con Clyne y Firmino.

Todo se le aclaró con el gol al Liverpool. Coutinho embocó un libre directo a los cinco minutos de la reanudación y Lallana sentenció mientras la grada comenzaba a entonar Fields of Anfield Road, la versión local de la balada irlandesa Fields of Athenry. “Tras el verano vamos a ser más fuertes”, augura Klopp, convencido de que los propietarios norteamericanos invertirán para pelear el título en Inglaterra y regresar al primer plano en la Liga de Campeones.

La jornada se completó con siete trámites. El campeón Chelsea superó al colista Sunderland (5-1) en la despedida de John Terry, que con su inseparable dorsal número 26 jugó los primeros 26 minutos de partido antes de dejar el campo entre un pasillo conformado por sus compañeros. En Old Trafford el Manchester United alineó frente al Crystal Palace una alineación plagada de jóvenes del segundo equipo y de suplentes, con apenas Pogba y Lingard como titulares que podrían repetir el próximo miércoles en la final de la Europa League contra el Ajax. Ambos se quedaron en la caseta en el descanso, ya con el partido sentenciado (2-0). Un triunfo del equipo de Mourinho en Estocolmo le llevaría como quinto equipo inglés a la Liga de Campeones, en caso contrario serían tres los que jugarían la próxima Europa League. Lo harían junto a Arsenal y Everton.

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