Laura Alonso: “En Argentina hay muchos jueces y fiscales corruptos”

La directora de la Oficina Anticorrupción de Macri intenta lograr la información de Odebrecht que afecta a su país y mira con envidia a Brasil

Carlos E. Cué
Buenos Aires, El País
Laura Alonso (Buenos Aires, 1972) fue un fichaje importante de Mauricio Macri. Durante años, dirigía el sector argentino de Transparencia Internacional. Dio el salto a la política y fue diputada del macrismo, y eso es lo que más le reprochan sus críticos ahora que el presidente le encargó dirigir la Oficina Anticorrupción. Alonso rechaza esas críticas y reivindica su independencia y el trabajo de su oficina. Admite que las cosas en la lucha anticorrupción están mucho peor en Argentina que en Brasil, donde empresarios y políticos clave están en la cárcel, algo que prácticamente no existe en el país austral, pero culpa a la justicia. En una entrevista con EL PAÍS, Alonso es durísima con los jueces. “¿Por qué la justicia brasileña ha avanzado más? Porque tiene más altos niveles de independencia e instrumentos que no tenemos, que se aprobaron con Lula. Y además está la corrupción de los jueces. Muchos no podrían explicar sus patrimonios si se hicieran públicos. Es una deuda del Consejo de la Magistratura y la Corte Suprema. Deberían publicar el patrimonio de los jueces y controlar esos datos. Hay muchos jueces y fiscales corruptos en Argentina, es un gran problema. Y no solo en lo penal. También en el laboral, en el penal económico y en el civil. Es un tema que la Corte Suprema debe liderar”, explica.


Precisamente estos días Alonso está en el centro de la polémica porque el caso Odebrecht, que está avanzando en toda Latinoamérica y ya afecta a presidentes y expresidentes, en Argentina está casi parado. Alonso y el ministro de Justicia, Germán Garavano, están presionando a fiscales y jueces para que hagan algo para lograr la información sobre los 35 millones de dólares que pagó Odebrecht en coimas en Argentina. La empresa admite que pagó, pero quiere negociar a cambio de decir a quién. En este ambiente de tensión, un juez allanó este miércoles las oficinas de la compañía en Buenos Aires.

Ella cree que la información saldrá de una u otra manera, y exige a Odebrecht que le dé los papeles si quiere seguir trabajando en Argentina: “El Estado puede sancionar, suspender contratos, podemos sacar a la compañía del registro de constructores. La fiscalía ha fracasado, por eso entramos nosotros. La administración puede decidir no hacer sanciones a cambio de información, esa es la estrategia. Queremos que esos 35 millones de dólares en coimas sean un beneficio para la sociedad argentina. Si la información no la da Obebrecht, la vamos a conseguir por otra vía. Pero habrá sanciones si no colaboran. Les conviene entregar la información en sede administrativa”.

"Habrá sanciones contra Odebrecht si no colabora con la Justicia".

Alonso habla abiertamente de la corrupción del kirchnerismo, pero cambia el tono cuando se le pregunta por los escándalos del macrismo. El jefe de los espías argentinos, Gustavo Arribas, es sospechoso de haber cobrado coimas de Odebrecht. Uno de los arrepentidos clave del caso, Leonardo Meirelles, aseguró ante los fiscales argentinos que le dio 800.000 dólares a Arribas en nombre de Odebrecht. Arribas, íntimo amigo de Macri –vive en su apartamento- niega todo y el presidente lo apoya. Alonso evita criticarlo. “Queremos que venga la información. No me corresponde decidir si Arribas debe dimitir. El presidente ha dicho que confía en su funcionario”. ¿Y por qué lo que dice Meirelles para Brasil sí vale y para Argentina no es creíble? “El juez Moro [que lleva la causa Odebrecht, y al que ella presentó en una reciente conferencia en Buenos Aires] dijo que los delatores dieron la pista pero ellos comprobaron todas las acusaciones con los papeles. Acá no hay papeles. Queremos verlos”, asegura.

"Acá no hay papeles contra Arribas. Queremos verlos"

También respalda en todo momento a Macri, muy criticado por aparecer en los papeles de Panamá. “El presidente no tiene fondos en ningún paraíso fiscal. El dinero estaba blanqueado. Estamos buscando sospechas donde no las hay. Ha sido escrutado por todos lados. Hay un prejuicio muy alto. Es una novedad lo que pasa en Argentina con Macri [por su fortuna], antes pasó en Chile con [Sebastián] Piñera. Ahora en EEUU con [Donald] Trump. Nos obliga a todos a aumentar los niveles de transparencia. Lo estamos haciendo”. Alonso tiene denuncias por el caso Correo, en el que a la familia Macri se le rebajó una deuda con el Estado de 300 millones de dólares. Ella insiste en que se enteraron después de ese acuerdo, que se anuló, y desde Anticorrupción se elaboró un protocolo de conflicto de intereses tras este caso.

"Argentina salió de un periodo de corrupción, de cleptocracia populista".

Alonso defiende los avances con el macrismo. “Argentina se movió este año 10 puntos en el índice de transparencia internacional y el objetivo es moverla 50 puestos en tres años. Hemos hecho la ley de Transparencia y la ley del Arrepentido. El presidente me ha dado el mandato de decir por el mundo que si hay un empresario al que le piden una coima lo venga a reportar a la Oficina Anticorrupción. Queremos saberlo. Argentina salió de un periodo de corrupción, de cleptocracia populista, donde las máximas autoridades montaron sistemas para la extracción de recursos públicos para beneficio personal. Cuando sales de ese régimen lo que queda es la corrupción sistémica. Pero está bajando porque está aumentando el control”. Argentina mira de reojo a Brasil, pero aún no parece haber encontrado su juez Moro.

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