Flynn rechaza colaborar con la investigación del Senado sobre la trama rusa

El exgeneral señalado por sus vínculos con Rusia se acoge a la Quinta enmienda

Amanda Mars
Washington, El País
Michael Flynn, el exconsejero de seguridad nacional de Donald Trump, situado en el centro de la investigación de la llamada trama rusa, se acogerá a la Quinta Enmienda de la Constitución, que ampara su derecho a no colaborar y evitar comparecer ante del Senado de Estados Unidos, que explora los posibles vínculos entre el equipo de Trump y Rusia, según fuentes cercanas al caso citadas por Associated Press.


Flynn tuvo que dejar a primeros de febrero su puesto en la Casa Blanca tras descubrirse que había mentido sobre sus conversaciones con agentes de Moscú en Washington y ocultado cobros de empresas rusas. Este lunes una carta de los Demócrata en el Senado también acusaba a Flynn de haber mentido a los investigadores del Pentágono sobre sus ingresos de empresas rusas así como sobre sus contactos con funcionarios rusos, según publicó The New York Times.

Mientras Trump se halla embarcado en su primera —y larga— gira internacional, el intrincado caso ruso sigue su curso. La carta en la que Flynn pide no declarar se enviará este lunes, según las citadas fuentes de Associated Press, dos semanas después de que el comité de inteligencia del Senado emitiera una citación en la que pedían al veterano general sus documentos personales. A finales de marzo, Flynn se ofreció a testificar antes las autoridades estadounidenses a cambio de inmunidad penal.

A Flynn no se le cuestiona solo por haber ocultado datos sobre sus conversaciones con el embajador ruso, Sergey Kislyak, antes de que Trump asumiera la presidencia —el 20 de enero— y que fueron grabados por los servicios de Inteligencia de EE UU mientras llevaban a cabo investigaciones de otros asuntos. El general tampoco fue transparente sobre sus negocios como consultor de Seguridad con clientes rusos y como lobista para una compañía ligada al Gobierno turco.

Esta investigación sobre el exasesor de Trump ha dado lugar a otro escándalo dentro de la trama, ya que, según The New York Times, tras la dimisión de Flynn el presidente de EE UU presionó al entonces director del FBI, James Comey, para que cerrara la investigación. Hace dos semanas, Trump despidió a Comey, quien sí ha aceptado testificar ante el Comité del Senado. Según Bloomberg, el exjefe de campaña de Trump, Paul Manafort, está en el centro de las pesquisas por sus intereses lucrativos en Ucrania.

Las investigaciones del FBI se centran tanto en una posible connivencia entre el círculo de Trump con Moscú para favorecer la llegada del republicano a la Casa Blanca durante las elecciones presidenciales, como en las relaciones financieras con Rusia. Tras el despido de Comey, el departamento de Justicia nombró un fiscal especial para investigar el caso, el exdirector del FBI Robert Mueller.

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