Casa Blanca pospuso reunión por Acuerdo de París sobre cambio climático

Washington, AFP
Este martes se conoció que el gobierno de Estados Unidos decidió posponer una importante reunión que se celebraría hoy, donde determinarían si el país se mantendría o no en el Acuerdo de París sobre cambio climático.
Este tema toma interés pues el presidente norteamericano, Donald Trump, había prometido que este mes dejaría resuelto este tema al tomar una decisión al respecto.
El encuentro sobre el futuro del acuerdo multilateral se pospuso por motivos de agenda y tendrá lugar en otro momento, dijeron funcionarios de la Casa Blanca a varios medios estadounidenses.
Trump prometió el pasado 29 de abril que tomaría “una gran decisión” sobre el Acuerdo de París “en las próximas dos semanas”, un plazo que se cumple este sábado 13 de mayo.



No obstante, un funcionario del Departamento de Estado de EE UU, David Balton, ya trató este lunes de rebajar las expectativas sobre un posible anuncio esta misma semana.

“Lo último que he escuchado es que el presidente ha indicado que planea tomar una decisión en las próximas dos semanas, pero no esta semana”, dijo Balton, que es subsecretario de Estado de EE UU para Asuntos Medioambientales Internacionales, en una conferencia de prensa telefónica.

La Casa Blanca está dividida en dos facciones en lo relativo al Acuerdo de París, una de ellas liderada por la hija del mandatario, Ivanka Trump; el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el titular de Energía, Rick Perry, según informan varios medios.

Los tres están a favor de permanecer en el pacto sobre el clima, algo que para Tillerson es vital si Estados Unidos no quiere perder influencia en el escenario global; mientras que Perry apuesta por “renegociar” los compromisos estadounidenses en lugar de retirarse.

En el bando contrario, el que quiere abandonar el acuerdo, están el estratega jefe de Trump, Stephen Bannon, y el administrador de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA), Scott Pruitt, quien la semana pasada calificó el pacto de “mal negocio” para Estados Unidos.

El mayor foco de discusión es el artículo del acuerdo que establece que un país “podría en cualquier momento ajustar su contribución nacional existente” al pacto “con el objetivo de mejorar su nivel de ambición”.

Los abogados de la Casa Blanca consideran que esa cláusula no permite a los países rebajar sus compromisos respecto a sus emisiones de carbono, como Trump quiere hacer, y eso ha supuesto un punto a favor de los argumentos de Pruitt y Bannon, de acuerdo con la CNN y The New York Times.

El compromiso que asumió Estados Unidos dentro del acuerdo era el de reducir para 2025 sus emisiones de efecto invernadero entre un 26 y un 28 por ciento respecto a los niveles de 2005.

El medio principal por el que el Gobierno de Barack Obama planeaba lograr ese objetivo era la sustitución de las centrales eléctricas de carbón por plantas abastecidas con gas natural y energías limpias, algo que choca con la promesa de Trump de crear empleo para los trabajadores de plantas de combustibles fósiles.

Si Estados Unidos se mantiene en el acuerdo de París pero trata de rebajar su compromiso -algo inevitable si Trump sigue desmantelando las medidas de Obama- los expertos legales creen que eso abriría la puerta a demandas judiciales de activistas medioambientales.

Pero la presión para permanecer en el acuerdo es también fuerte, y varias grandes empresas estadounidenses han urgido a Trump a respetar los compromisos asumidos en el pacto, entre ellas Apple, Google, Microsoft, Walmart y petroleras como BP y Shell.

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