Así firmaron Obama y Trump en el Museo del Holocausto en Israel

El breve mensaje del republicano contrasta con el de sus predecesores por carecer de referencia a la simbología del lugar

Nicolás Alonso
Washington, El País
“Es un gran honor estar aquí con todos mis amigos — ¡qué increíble, nunca lo olvidaré!”, escribió Donald Trump en Yad Vashem, el Museo del Holocausto en Jerusalén, este martes. Su mensaje cumple con la tradición de otros presidentes estadounidenses de dejar unas palabras en el libro de los recuerdos del museo. Pero contrasta con lo elaborado y solemne de su predecesor.


En 2008, Barack Obama escribió: “Me siento agradecido a Yad Vashem y sus responsables por su extraordinaria institución. En un tiempo de gran peligro y promesas, guerra y progreso, estamos bendecidos por tener un recuerdo tan poderoso de la capacidad humana de crear tanto mal, pero también de nuestra capacidad para levantarnos y sobrepasar una tragedia y reconstruir nuestro mundo. Que aquí vengan nuestros hijos y aprendan la historia, para que ellos puedan unirse a nosotros y proclamar ‘nunca más’. Y recordemos a aquellos que nos dejaron, no solo como víctimas, si no también como individuos que tuvieron esperanza, amaron, y soñaron como nosotros, y que se han convertido en símbolos del espíritu humano”.

Las palabras de Trump, aparentemente de tono relajado y sin referencia al sentido del museo o la memoria del Holocausto, han suscitado críticas en las redes sociales. No sólo muestra la simplicidad del vocabulario del republicano —algo que ya le ha generado reproches en el pasado—, sino también poca sensibilidad ante la mayor tragedia del siglo XX. Y no es la primera vez que el presidente muestra ignorancia frente a la historia.

A principios de mayo, en referencia a la Guerra Civil estadounidense, afirmó con imprecisión que si el expresidente Andrew Jackson hubiera llegado al poder antes podría haber evitado el conflicto entre el norte y el sur. “Estaba muy enfadado con lo que estaba ocurriendo en cuanto a la Guerra Civil y dijo ‘no hay motivo para esto’”, afirmó, minusvalorando las complejidades y las causas del enfrentamiento bélico, según numerosos historiadores. Sus afirmaciones también ignoraban que Jackson había muerto 16 años antes del inicio de la guerra.

El escrito de Trump, un hombre que ha reconocido que no lee libros, también pone de relieve su vocabulario limitado. Lo mismo usa la palabra “increíble” para describir su emoción por estar en el Museo del Holocausto que para alardear de su mujer o su equipo de trabajo.

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