De Ancelotti a Zidane: así cambió el Madrid en 696 días

Madrid, AS
El italiano regresa este martes al Bernabéu y volverá a enfrentarse a un Madrid distinto al que dejó. James, Cristiano... Así ha cambiado el equipo blanco.
Carlo Ancelotti volverá este martes al banquillo del Bernabéu 696 días después de sentarse en él por última vez. Aquel día el Real Madrid goleó al Getafe (7-3) y se quedó a sólo dos puntos de quitarle la Liga al Barça (94 puntos a 92). Al acabar el partido, Cristiano, que acabó Pichichi y Bota de Oro (48 goles), colgó en sus redes sociales una fotografía con el italiano y le mandó un mensaje a la planta noble del club: “Espero trabajar con Ancelotti la próxima temporada”. Pero Florentino desoyó a la platilla y despidió al italiano para “dar un nuevo impulso”. Contrató a Benítez, pero nunca conectó con la plantilla y el 4 de enero, el presidente despidió a su décimo entrenador. Echó mano de Zidane, entonces en el Castilla, una leyenda como jugador y un técnico de perfil amable, como Carletto. El francés cayó de pie en el vestuario y acabó ganando la Undécima, la Supercopa de Europa y en esta temporada tiene al equipo líder en LaLiga. Ancelotti vuelve al Bernabéu y se encontrará un Madrid distinto al que dejó. Estos son los principales cambios…



Cristiano Ronaldo


El Cristiano Ronaldo que se encontrará Ancelotti no será el mismo que el que se dejó en Madrid hace 696 días. El portugués está transformando su juego. El paso del tiempo (tiene 32 años) ha hecho que pierda explosividad y abandone progresivamente las bandas para vivir más cerca del área, en posición de nueve. Ancelotti lo pudo comprobar en el Allianz. En ese papel de delantero al que poco a poco le va cogiendo el pulso, noqueó al Bayern desde zona de remate. Ocho disparos y un doblete. Cristiano también ha ganado en madurez. Zidane ha logrado convencerle de que tiene que dosificar esfuerzos. A estas alturas ha jugado un 75% de los minutos posibles. Es el porcentaje más bajo desde que llegó al Madrid (excepto la primera campaña que tuvo una grave lesión de tobillo). "Es cosa mía y de Zidane", explicó Cristiano.

James Rodríguez

Una de las grandes diferencias entre el Madrid de Ancelotti y el de ahora de Zidane es James Rodríguez. El colombiano ha pasado de ser uno de los jugadores fetiche del italiano a ser un secundario con el francés. Carletto sólo convivió con el cafetero una temporada (2014-15) y le utilizó el 84% de los minutos posibles. Nunca ahorró elogios hacia él (“Tiene un gran talento”) y, con tacto y persuasión, hizo que uniera trabajo e intensidad defensiva a su exquisitez como mediapunta. Fue básico para él (17 goles y 18 asistencias). Un escenario que contrasta con el que está viviendo con Zidane. El colombiano ya no es considerado como una pieza clave del equipo. Esta temporada con Zizou sólo ha jugado 1.485 minutos de 4.560 (el 32%). Y tiene un pie y medio fuera del Madrid…

Debate de la portería

El clima de la portería. Otra de las grandes diferencias entre el Madrid de Ancelotti y el de Zidane. Carletto heredó un debate emponzoñado desde la etapa de Mourinho. El portugués postergó a Casillas por Adán no por ‘motivos técnicos’, como declaró, sino que esa animosidad nació desde que Iker tuvo un acercamiento con Xavi en aquella Tormenta de Clásicos. Luego, Arbeloa lesionó fortuitamente a Casillas y puso a Diego López, recién fichado por el club. El debate entre casillistas y mourinhistas se agrió en la grada. Ese fue el terremoto que heredó Ancelotti. En su primera temporada, tomó la “decisión anómala” de rotar: Diego López jugaba la Liga y Casillas, la Copa y la Champions (curiosamente, el Madrid acabó ganando estas dos competiciones. El gallego salió en verano y llegó Keylor. Ancelotti optó por poner a Iker en Liga y Champions, y Navas, la Copa. Rescoldos del mourinhismo seguían atacando al capitán, al que el club le empujó a marcharse. Zidane se encontró con mucha menos presión en este sentido. Keylor cuajó un primer año espectacular y esta temporada, cuando ha habido alguna duda por el mal momento del tico, Zizou ha zanjado cualquier debate. Eso sí, con esa normalidad que transmite le está dando bastante partidos a Casilla, que ha asumido su rol con una gran profesional.

Profundidad de plantilla

Lo que caracteriza a este Real Madrid es la gran profundidad de plantilla, algo que no tuvo Ancelotti. Zidane se ha podido permitir meter hasta nueve cambios en un once y el equipo no sólo no se ha resentido sino que ha cuajado partidos espléndidos, como ante el Eibar, el Sevilla en Copa o el Leganés. El francés ha sabido rotar, dosificar esfuerzos y tener a todos enchufados. La gran mayoría, cuando es requerido para salir, responde. Lucas Vázquez, Asensio, Kovacic, Morata, Nacho… La llamada segunda unidad está siendo uno de los sostenes del equipo. Por el contrario, el Madrid de Ancelotti no vestía con tal profundidad de armario y eso hizo, en parte, que el italiano tuviera 12 o 13 jugadores fijos. En su segunda temporada, después de haber fijado el récord de 22 victorias seguidas y jugar un bolo recaudatorio en Dubai un 30 de diciembre, el equipo acusó el cansancio y se desfondó. Zidane vio ese desplome siendo técnico del Castilla y le puso sobreaviso. Cuando cogió los mandos del primer equipo lo tuvo claro: el reparto de minutos es una de las claves del éxito.

La BBC

Lo que no ha cambiado en el Madrid a lo largo de 696 días es la innegociabilidad de la BBC. Tanto con Ancelotti como con Zidane, Benzema ha jugado pese a atravesar sequías. Llamó la atención que el francés confesara que ahora está mejor porque ha perdido cinco kilos (con lo que desveló que antes jugada con cinco kilos más y, ni aún así, Zizou apostó por darle continuidad a Morata) Igual que Bale. Y esta ‘dictadura’ condiciona el sistema y el resto del once. En un 4-3-3, y con la renuencia de los de arriba a las tareas defensivas, el equipo necesita un sostén, un punto de equilibrio. Ancelotti lo encontró reubicando en la media a Di María. El pilar de Zidane es Casemiro. La decisión de poner al brasileño junto a Modric y Kroos (intocables cuando están bien) condenan a jugadores como Isco (no está contento con los minutos que juega) o James.

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