Chile: el emblemático proyecto educativo de Michelle Bachelet superó un duro escollo en el Congreso

La ley busca establecer la gratuidad universal en la educación superior, en uno de los países con uno de los aranceles universitarios más altos del mundo. Aunque los estudiantes cuestionan el alcance de la reforma

Infobae
El Congreso chileno aprobó tramitar un proyecto de ley que busca establecer la gratuidad universal en la educación superior, la iniciativa más emblemática de la presidenta Michelle Bachelet, cuya admisión en el Legislativo estuvo en duda en medio de críticas de opositores y estudiantes.


El proyecto fue admitido a trámite este lunes por la Cámara de Diputados con 67 votos a favor, 41 en contra y 3 abstenciones, votación que disipó la incertidumbre instalada la semana pasada por la Comisión de Educación que rechazó la norma, dejando en vilo su legislación en el Congreso.

"Este es un gran paso, al aprobarse en general la idea de legislar sobre este proyecto se está cumpliendo con uno de los compromisos principales de la presidenta Bachelet", dijo Adriana Delpiano, ministra de Educación, tras la votación.

El proyecto sumó el apoyo de los congresistas oficialistas -incluido el voto clave del Partido Comunista- luego de que la ministra Delpiano comprometió la eliminación del Crédito con Aval del Estado (CAE) mediante una ley que enviará el gobierno al Congreso en el segundo semestre de este año.

El CAE es un crédito bancario al que pueden acceder los estudiantes con el aval estatal para pagar la carrera universitaria y que deben pagar una vez culminen sus estudios.

La gratuidad en la educación y la eliminación del CAE han sido reclamados por años en multitudinarias manifestaciones de estudiantes quienes se quejan por la millonaria deuda que les genera este crédito.

El rechazo del Congreso al proyecto hubiese sido un duro golpe para Bachelet ya que definitivamente hubiese sido desechado debiendo el gobierno esperar un año para volver a plantear una nueva ley.

En ese escenario, Bachelet, actualmente en su último año de gobierno, dejaría en marzo de 2018 el poder sin ver aprobada una de sus iniciativas más emblemáticas.

"Es hora de pensar en las familias. Es el momento de pensar en los estudiantes y la oportunidad que tenemos para consolidar la gratuidad", urgió Bachelet a los parlamentarios antes de la votación.

El proyecto "después se va mejorando en el camino", agregó la mandataria.

La norma, que ahora será discutida en el Congreso en detalle, es parte de la gran reforma educativa de Bachelet con la que busca acabar con el sistema educativo heredado de la dictadura de Augusto Pinochet.

El gobierno ya logró la aprobación de una 'Ley de inclusión', que termina de manera gradual con la selección de estudiantes, una norma que rechaza el lucro en colegios que reciben aportes del Estado, y un 'Plan Nacional docente', que aumenta el salario de los profesores.

Reforma que no reforma nada

El proyecto de gratuidad es duramente criticado por la oposición derechista y los estudiantes. Estos últimos, que exigen educación pública, gratuita y de calidad; han llamado a rechazar la norma que establece la gratuidad universitaria para los sectores más pobres y la va ampliando condicionada al crecimiento económico del país.

"Tenemos una reforma que no reforma nada, que no hace cambios a la educación chilena, (…) porque no entrega una verdadera gratuidad universal", criticó la dirigente estudiantil Sandra Beltrami.

La discusión tiene lugar en uno de los países con uno de los aranceles universitarios más altos del mundo y en el que no existía la posibilidad de estudiar gratis a nivel universitario.

Desde 2016, y como una forma de adelantar la entrega del beneficio a los estudiantes más pobres, Bachelet estableció la gratuidad a través de la Ley de Presupuesto de la Nación.

Este año volvió a repetir la fórmula, beneficiando a cerca de 200.000 estudiantes (cerca del 15% del total de la matrícula), pero necesita la ley para hacer permanente la legislación.

Los estudiantes exigen una completa reforma al sistema actual y temen que un próximo gobierno del derechista Sebastián Piñera -favorito en los sondeos para las elecciones de noviembre- le ponga freno.

Piñera, en cuyo primer gobierno (2010-2014) renacieron las protestas estudiantiles, ya ha dicho que no es partidario de la gratuidad universal, sino de establecer un sistema mixto de becas y créditos.

Entradas populares