Una ONG registra casi 900 ataques racistas en los 10 días siguientes a la victoria de Donald Trump

Una coalición de organizaciones pide al presidente electo que tome medidas para acabar con el acoso

Cristina F. Pereda
Corresponsal en Estados Unidos
Washington, El País
Esvásticas nazis en los baños de la universidad, fuentes “solo para blancos”, cánticos de “construyamos el muro” en el comedor del colegio y mensajes en el buzón pidiendo a una pareja de lesbianas que “se vayan del vecindario”, son un puñado de los casi 900 ataques registrados por el Southern Poverty Law Center en los diez días siguientes a la victoria de Donald Trump en las elecciones. Richard Cohen, director ejecutivo de esta organización especializada en documentar crímenes de odio en Estados Unidos pidió este martes al presidente electo que condene los incidentes documentados —desde acoso verbal, mensajes y pintadas de odio hasta agresiones físicas— y tome acciones específicas para “cerrar las heridas”.


“Trump alega que se siente sorprendido porque su elección ha desatado un aluvión de odio en todo el país”, declaró Cohen en una rueda de prensa en Washington. “Pero no debería estarlo. Esto es el resultado predecible de la campaña que lideró”. Tanto el director del SPLC como los líderes de otras organizaciones en defensa de los derechos civiles comparecieron para solicitar al presidente electo que se condene el racismo, se disculpe ante las comunidades que ha atacado durante la campaña y acuda a ellas directamente para iniciar la reconciliación que prometió en su discurso de victoria el pasado 9 de noviembre.

El informe Diez días después, presentado este martes por el SPLC, documenta 867 incidentes ocurridos inmediatamente después de la victoria de Trump y en los que varios escolares obligaron a compañeros afroamericanos a sentarse al final del autobús —como se hacía durante los años de segregación racial—, aparecieron pintadas de “solo blancos” o “Nación Trump” en una iglesia frecuentada por inmigrantes y un hombre homosexual fue atacado tras ser arrastrado fuera de su vehículo mientras el asaltante le gritaban “el presidente dice que ahora podemos matar a todos los maricones”.

La misma organización también ha documentado los testimonios de más de 10.000 profesores de todo el país que muestran la ansiedad y el miedo que sienten tanto maestros como alumnos por el aumento de incidentes en los que se han utilizado esvásticas, se mencionan términos racistas contra jóvenes afroamericanos y se pronuncian saludos nazis. En un cuarto de los sucesos los profesores escucharon a un alumno invocar el nombre de Trump. El 90% de los docentes asegura que el ambiente escolar se ha visto afectado negativamente y un 80% reconoce que los estudiantes están preocupados por el impacto de las elecciones en sus vidas y la de sus familias.

El grupo Muslim Advocates ya registró un aumento de los ataques a la comunidad musulmana durante 2015 y, según su directora de programas Brenda Abdelall, esperan un nuevo incremento cuando reciban los datos de este año. Abdelall afirmó que las palabras de Trump pidiendo que cesen los ataques son una buena señal, “pero sus nombramientos indican que lo que ahora era retórica se convertirá en política” cuando llegue a la Casa Blanca.

Esa es la misma preocupación detectada por el National Council of La Raza, la mayor organización hispana de Estados Unidos. “Hemos recibido testimonios de niños que están contemplando quitarse la vida”, aseguró su presidenta, Janet Murguía. “Tienen miedo de lo que les va a pasar a ellos y a sus familias mientras están en la escuela”. Murguía destacó que el 95% de los estudiantes latinos menores de 18 años han nacido en EE UU y que no cree que el presidente electo “entienda que hay niños pendientes de todas y cada una de las palabras que pronuncia, que hay personas a las que afecta directamente lo que hace”.

“Para que los estudiantes puedan aprender y crecer, necesitan sentirse seguros, y ahora mismo no lo sienten”, declaró Randi Weingarten, líder de la Federación Americana de Profesores, el segundo sindicato más numeroso del país. Weingarten explicó que su agrupación ha documentado también numerosos incidentes, también en las universidades, y que 43.000 docentes han enviado una carta al presidente electo para pedirle que tome medidas al respecto.

Todas las organizaciones manifestaron una profunda preocupación por los efectos que pueda tener esta tendencia a largo plazo, tanto en las escuelas como en la sociedad, dado el incremento de ataques en espacios públicos como establecimientos comerciales o aparcamientos e incluso en residencias privadas. El mapa elaborado por el SPLC registra además incidentes en la totalidad del país. “Muchas comunidades viven con miedo y, desafortunadamente, su sensación está bien justificada”, lamentó Wade Henderson, presidente de la Leadership Conference. “Todo se puede mejorar, pero no con un presidente que agita las alas del racismo”.

La llamada de estas organizaciones al presidente electo para que vaya más allá de condenar los ataques racistas está respaldada por la firma de 675.000 estadounidenses que han firmado una petición solicitando a Trump que se distancie de las posturas extremistas de los nacionalistas blancos y retire el nombramiento de Stephen Bannon como asesor en la Casa Blanca.

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